El Real Madrid se convirtió en el primer finalista de la Supercopa Endesa 2023 que se está disputando en el Palacio de los Deportes de Murcia tras imponerse este sábado de forma clara por 80-90 al Barça, tras una segunda parte que dominó con autoridad y liderado por Dzanan Musa.
Después de unos primeros 20 minutos igualados (40-42), el campeón de Europa fue creciendo en el encuentro y se mostró más sólido en los dos lados de la cancha, gracias sobre todo al acierto del alero bosnio, que firmó 22 de sus 24 puntos tras el descanso. Él y Facundo Campazzo (17 puntos, 10 en el tercer cuarto) rompieron el duelo a favor del equipo madridista que confirmó una vez más que se le da bien este torneo, donde es el 'rey' y donde disputará su sexta final consecutiva.
El 'nuevo' Barça de Roger Grimau trató de competir, pero no pudo detener la ofensiva rival en la segunda mitad, donde tampoco pudo con un Walter Tavares una vez más decisivo en los dos aros con 13 puntos, 11 rebotes y cuatro tapones, uno de ellos espectacular a un Willy Hernangómez que se estrenó con un partido gris (2 puntos, 0/6 en tiro). El campeón de Liga Endesa resistió con Nicolás Laprovittola (27 puntos), pero en cuanto perdió el tino desde el triple, no pudo mantenerse enganchado al partido por su debilidad por dentro ante el caboverdiano.
El Real Madrid vuelve a dominar un Clásico de Supercopa - Foto: Marcial GuillénEl Clásico arrancó con mucho ritmo y poco acierto, aunque con el paso de los minutos fue mejorando. Roger Grimau y Chus Mateo apostaron por mantener la intensidad y antes del final del primer cuarto ya habían participado 21 de los 24 jugadores, todos salvo Rudy Fernández, Sergio Llull y James Nnaji.
Y los primeros diez minutos estuvieron protagonizados por Laprovittola, impecable y líder absoluto de los suyos. El base argentino le ganó la partida a Facundo Campazzo y firmó 16 de los primeros 20 puntos del campeón de la Liga Endesa. La réplica se la dio su compatriota Gaby Deck, siempre haciendo daño en sus penetraciones y que respondió con 8.
Con alternativas en el marcador continuas y algún susto, como el corte que se hizo Darío Brizuela en la cabeza en una falta de Walter Tavares y que le dejó fuera del partido, el cuarto triple del Barça (Abrines) le dio su primera ventaja (25-19), abortada por un triple sobre la bocina del 'Chacho' Rodríguez.
El Real Madrid vuelve a dominar un Clásico de SupercopaEl conjunto catalán continuó en su línea de acierto y trató de volver a abrir brecha ante un campeón de Europa que lo echaba en falta. Chus Mateo, tras un triple de Joel Parra (32-25), tenía que parar un partido, que ya se había interrumpido brevemente por un problema de iluminación en el Palacio de los Deportes de Murcia.
Campazzo y Deck lanzaron la respuesta madridista en ataque y Rudy Fernández lideró la elevación del tono defensivo para recuperar el mando con un parcial de 5-17. Los de Roger Grimau, con Laprovittola menos efervescente y perdiendo el control del rebote (17 a 22, 8 en ataque), lograron aguantar este arreón rival antes del descanso (40-42) gracias a su noveno triple de diez intentos, su mejor arma en este primer acto.
Aparecen Musa y Campazzo
El Real Madrid se agarró tras el paso por los vestuarios a los entonados Musa y Campazzo, que hicieron mucho daño a la defensa blaugrana con sus agresivas penetraciones. Primero fue el alero bosnio, que firmó 11 puntos para mantener a su equipo con la iniciativa en el marcador ante un Barça que resistía pese a bajar su nivel de acierto exterior.
El conjunto blaugrana compensó ese déficit con el rebote ofensivo (8), pero en el tramo final no le valió ante sus errores en ataque, con Tavares amargando a un desacertado Willy Hernangómez. Campazzo cogió las riendas en ataque con 10 puntos y el campeón de Europa alcanzó los diez minutos finales con una óptima renta (59-67) y mejores sensaciones en la pista.
Estas se mantuvieron al inicio del último cuarto. El Real Madrid se puso por encima de los diez y Musa, con su primer triple, abrió una renta ya peligrosa, aunque todavía con mucho por jugarse (61-73). El balcánico estaba lanzado y afinó desde fuera para romper el partido, mientras que Tavares levantaba un 'muro' en su zona. El conjunto de Roger Grimau no pudo cerrar la 'herida' (66-83) y se despidió del primer título de la temporada.