En respuesta a una pregunta formulada por Adolfo Araiz (EH Bildu), el vicepresidente ha comparado también la situación de Yesa con la acaecida tras las lluvias del año 2013, cuando la velocidad de desplazamiento del embalse era de 100 milímetros al mes, frente a los dos actuales.
Ha apuntado que el informe, cuyos resultados ya conocieron los alcaldes y alcaldesas de localidades de la zona, así como los distintos grupos parlamentarios, recoge que “la acción sísmica no condiciona la viabilidad de Yesa, ni la presa que resulte de la actual construcción”.
Sin embargo, ha reconocido que el informe encargado incluye recomendaciones sobre profundización en el conocimiento que existe de la ladera, así como “algunas incertidumbres que justificarían una investigación complementaria”.
Esta investigación adicional, ha afirmado, tendrá que indagar sobre la presencia de agua subterránea en la presa y su influencia.
Ha señalado también que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tiene actuaciones de mejora ya contempladas, aunque este informe encargado por el Gobierno de Navarra sugiere que es necesario “incrementar las medidas para aumentar el margen de seguridad necesaria, como estabilizar la ladera superior”.
Por último, ha recordado que se trata de una obra de competencia estatal y no de Navarra, aunque ha afirmado que el Gobierno foral se reunirá con la CHE para instarles a “analizar las medidas adicionales recomendadas por el estudio encargado”.