No se trata de una película de ciencia ficción ni de un guión futurista de una novela sobre la vida humana en un exoplaneta. La realidad casi siempre supera a la ficción y, en esta ocasión, no iba a ser diferente. La Agencia Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) anunció ayer el hallazgo de un nuevo mundo que orbita en la zona habitable de una estrella similar al Sol, lo que lo convierte en un firme candidato a albergar vida y en primo de la Tierra. El Kepler-452b fue detectado por el telescopio espacial Kepler, que analiza cambios en la intensidad de la energía emitida por una estrella, considerando frecuencia y reducción de luminosidad, para confirmar la existencia del cuerpo celeste.
El nuevo planeta es uno de los 500 objetos analizados en esta etapa de observaciones del satélite, 12 de ellos se encuentran también en las zonas habitables de sus estrellas, pero aún no se ha confirmado si son planetas. Kepler-452b es el menor de los descubiertos por la sonda, y su condición de planeta extrasolar fue confirmada por los responsables de la misión espacial y por astrónomos de los observatorios de Texas, Arizona y Hawai.
El jefe de análisis de datos de la misión Kepler, Jon Jenkins, explicó en rueda de prensa que el astro es un 60 por ciento más grande que la Tierra, por lo que la gravedad en su superficie sería dos veces la del nuestro. No obstante, su tamaño permite a los científicos suponer que el asteroide es rocoso, probablemente con una atmósfera más densa y con una importante concentración de volcanes activos.
Sin embargo, el astro recibe en torno a un 10 por ciento más de energía de su estrella que la Tierra del Sol, ya que el planeta está en un estadio más avanzado de su vida, por lo que emite más brillo y es, en consecuencia, más grande. Los investigadores afirmaron que Kepler-452b lleva, por los menos, 6.000 millones de años en órbita de su estrella, mucho más tiempo que nuestro propio planeta alrededor del Sol.
Por su parte, el ejecutivo de la NASA John Grunsfeld señaló que «este emocionante hallazgo nos deja un paso más cerca de encontrar una Tierra 2.0».
Un nuevo hogar.
La agencia estadounidense lo calificó como «un primo, más grande y más viejo, de la Tierra». «Este es hasta ahora el planeta que más se asemeja a la Tierra, y algo que podemos llamar hogar», explicó uno de los científicos del programa.
La órbita alrededor de su estrella es bastante similar a la del planeta azul, ya que el Kepler-452b completa su año en 385 días. No obstante, el primo de la Tierra se encuentra a 1.400 años luz.
La NASA considera como la zona habitable de un sistema solar la franja en la que la temperatura permitiría la existencia de agua en estado líquido.
Hasta el momento, el más prometedor hallazgo de un planeta parecido a la Tierra era el Kepler-186f, con un tamaño muy parecido al nuestro, pero que orbita alrededor de una estrella enana, mucho menos cálida que el Sol.