El servicio de Jardines del Ayuntamiento ha reforzado con el inicio de la primavera la inspección de las zonas verdes de la ciudad de cara al control de Procesionaria, Polilla del boj y Cameraria, las plagas más frecuentes.
Así estos días el personal técnico de jardines revisa manualmente las borduras de boj para ver la evolución de la oruga de la Cidalyma perspectalis, más conocida como polilla del boj, que en torno mayo o junio se convierte en una polilla blanca que se presentan en grandes nubes.
Pamplona refuerza la inspección para controlar las plagas - Foto: AYUNTAMIENTO DE PAMPLONA
Asimismo, ya están colocados en los espacios en los que hay castaños de Indias 87 trampas de muestreo de la Cameraria ohridella (una polilla que tienen de sobrenombre "Minador del castaño de indias") y también se han colocado en los parques históricos las tradicionales trampas en forma de anillo que tratan de frenar la extensión de la Thaumetopoea pityocampa o procesionaria del pino.
Desde 2008, el Consistorio no emplea insecticidas químicos de síntesis para el control de las plagas en la ciudad. Es lo que se llama política "Fito 0", cuyo objetivo es no provocar daños al medio ambiente ni a la ciudadanía en el proceso de gestión de las plagas de arbolado y arbustos urbanos. Por eso las trampas que se colocan están vinculadas a facilitar el conteo de la incidencia de estos insectos, para controlar el nivel de infestación y establecer el umbral de tratamiento necesario, más que a la captura de ejemplares.
Desde el Consistorio se controla la presencia de plagas, para que no afecten a personas y mascotas, y se minimiza sus efectos en las zonas verdes. Si se supera el umbral de infestación que requiera tratamiento se utilizan labores culturales, acciones que potencien la presencia de depredadores naturales de la plaga y en última instancia, la utilización de extractos naturales para repeler la plaga. El cambio climático y el calentamiento están provocando que el tiempo de permanencia de las plagas se prolongue durante varias estaciones.
En el caso de la polilla del boj se inspeccionan de forma manual las hojas para calcular la aparición de la oruga y en los espacios donde se prevé mayor infestación, colocar 'trampas de feromonas' para monitorear la evolución y determinar si se alcanza el umbral que marca la necesidad de realizar algún tratamiento.
Quienes paseen esto días por parques como Medialuna o Taconera-Vistabella pueden apreciar, colgando de las ramas de los castaños a una altura media, unos cubos plásticos transparentes y amarillos, de aproximadamente 30 cms. de lado. Son las trampas-testigo basadas en la atracción por feromonas para el "Minador del castaño de Indias" una polilla que en su estado de oruga defolia los árboles. En total el Ayuntamiento de Pamplona entre los meses de enero y marzo ha colocado 87 trampas en diferentes ubicaciones.
Las hembras de la Cameraria ohridella, una especie que hace tres décadas se extendió desde Centroeuropa, ponen huevos minúsculos en las hojas en primavera, y de ellos salen larvas que van devorando y abriéndose camino por las hojas de los castaños de Indias, planteando que parques y jardines sufran una defoliación otoñal en pleno verano.
Esta es una plaga forestal y urbana. En el término municipal de Pamplona hay gran cantidad de pinares como los de Medillorri, Mendebaldea y Beloso, al igual que abundan los cedros en los parques y jardines de la ciudad. Los dos primeros, como ejemplo, suman 76.000 m2 de los que un 31% son de propiedad municipal.
El momento álgido de la procesionaria se produce entre noviembre y marzo. Los bolsones blancos que se ven en los extremos de las ramas son los nidos del insecto y una vez que eclosionan y crecen, las orugas descienden por el tronco hasta el suelo, momento en que se entierran. Tras pasar por una fase de "pupa", del capullo sale la mariposa que volverá a colocar los huevos en los árboles.
Este año se han retirado alrededor de 180 bolsones de 54 árboles y desde 2016 se realizan campañas de colocación de "anillos de procesionaria" (8 este año,)en los ejemplares a los que es difícil acceder, por tener más de 15 metros de altura, para recoger en estos dispositivos de plástico que recoge a la oruga en su bajada por el tronco.
Los bolsones y las orugas se retiran para evitar la extensión de la plaga y, estas últimas, además, para evitar accidentes con mascotas y ciudadanía, dado su carácter urticante.
Además, en alianza natural con los pájaros, el Consistorio coloca cajas-nido en las zonas arboladas afectadas para atraer a pájaros que son sus depredadores naturales: carboneros, herrerillos etc.