Los navarros se encuentran entre los ciudadanos con mayor gravamen en el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de España, siendo Navarra la comunidad que ejerce mayor presión fiscal en las rentas más bajas y en rentas medias y la segunda en rentas mayores de 160.000 euros.
Así se extrae del estudio sobre fiscalidad autonómica del Consejo General de Economistas de España que ha sido presentado por el presidente del Colegio de Economistas de Navarra, Ángel Chocarro, el estudiante del programa internacional en ADE y Derecho de la UPNA, Aitor Nicuesa y la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UPNA, Sandra Cavero.
Según revela este informe, Navarra se encuentra entre las comunidades que más grava a sus contribuyentes a través de IRPF, siendo la que mayores impuestos impone a las rentas del trabajo de entre 16.000 y 20.000 euros y a las rentas desde 45.000 euros hasta 160.000, la segunda en rentas mayores de 160.000 euros y la quinta en renta de entre 20.000 y 30.000 euros.
Por contra, el caso de las rentas medias (de 20.000 a 70.000 euros) el vecino País Vasco se sitúa como la comunidad autónoma con menor gravamen, ocupando este lugar las Islas Canarias en rentas de 16.000 euros y Madrid para rentas superiores a los 110.000 euros.
Para establecer esta comparativa, ha explicado Nicuesa, han tomado como referencia a una persona soltera, sin hijos y mayor de 50 años.
Según señala el informe, en el caso del Impuesto Sobre el Patrimonio en cantidades de 800.000 euros Navarra se sitúa en 5º lugar, pasando al 16º y 17º en patrimonios de 4 millones y 15 millones, respectivamente.
En lo relativo al los impuestos sobre sucesiones y sobre donaciones Navarra se sitúa en una posición intermedia, si bien Nicuesa ha destacado que las diferencias con quienes más paga son muy elevadas.
En concreto, ha apuntado, en el Impuesto sobre Sucesiones de una cantidad de 800.000 euros un navarro pagaría 17.000 euros, mientras que en Asturias, donde más se paga, esta cifra superaría los 103.000 euros. Por contra, las comunidades con mejores condiciones serían Andalucía, Cantabria y Galicia, que eximen del pago de este impuesto.
En lo referente al Impuesto sobre Donaciones, sobre una cantidad de 800.000 euros en Navarra se tendrían que pagar 16.000 euros, muy lejos de los más de 200.000 de Castilla y León o Extremadura. En este caso los cántabros vuelven a ser los más beneficiados, pues tampoco se aplica este impuesto.
En cualquier caso, Chocarro ha querido aclarar que “los impuestos no son un fin en si mismo, sino que van en correlación con aquellos servicios que queramos tener” y la clave está no en pagar más o menos, sino en que esta cantidad aportada se ajuste a los servicios que la sociedad quiera mantener con ellos.
El análisis, ha insistido, debe tener en cuenta múltiples factores, ya que aunque en Navarra se apliquen los mayores tipos impositivos para las rentas más bajas, estas personas podrían encontrarse en mejor situación que en otras comunidades si la administración les dota de “ayudas que hagan que su renta disponible sea mayor”.
La presión fiscal, ha comentado Chocarro, “es un factor de competitividad”, si bien ha aclarado que Navarra “siempre está al frente del ranking de competitividad de España y en Europa no está mal” puesto que existen otros muchos aspectos a tener en cuenta como la educación, la capacidad de atraer talento o las infraestructuras.
Esta diferencia en los tipos impositivos, ha reconocido, influye también en la deslocalización de las rentas más altas y “Madrid en determinados momentos ha atraído patrimonios elevados por las reducciones que se introdujeron en años anteriores con bajadas en impuestos de patrimonios, donaciones y sucesiones”.
A pesar de esto, ha asegurado que en la actualidad los movimientos de estas personas a otras comunidades por los cambios fiscales no son tan frecuentes.
En el caso de Navarra, ha señalado Chocarro, los mayores cambios impositivos se produjeron en la pasada legislatura, cuando hubo “una subida muy importante en impuestos de donaciones y sucesiones”, pasándose de tributar un 0,8% a una escala que puede llevar a tipos de hasta el 16%, y se eliminó la deducción por adquisición de vivienda.”