La ayuda no cesa ante el desafío de limpiar todas las calles de lodo que, en muchas zonas, sigue llegando incluso hasta las rodillas. Trabajo a contrarreloj por limpiarlo todo. Cientos de voluntarios navarros continúan trabajando en la zona cero de Valencia donde, a pesar del tornado de solidaridad en las calles, la situación sigue siendo "devastadora".
19 agentes de Policía Foral trabajan en las localidades valencianas de Picanya y Paiporta. Llevan desde el lunes tratando de organizar y asegurar la ayuda que llega a esa zona. Esta casa está siendo testigo de esta gran labor de limpieza de los profesionales y voluntarios.
Maquinaria llegada desde Navarra de la constructora VDR se encuentra en el municipio valenciano de Aldaia, donde ayudan a retirar de las calles e infraestructuras montañas de coches convertidos en auténtica chatarra. Un viaje que no hicieron vacíos, desde la Comunidad foral, salieron cargados de alimentos mandados por varios supermercados y conserveras. Allí, en la misma plaza, coinciden con empleados del Ayuntamiento de Huarte que ayudan a limpiarlo todo. También trabajadores de Desciegues Navarra que han viajado de manera voluntaria hasta Paiporta para ayudar a terminar con el lodo de las calles. Gran despliegue también de los cuerpos policiales de Navarra que trabajan en la zona a destajo ayudando a todas las labores de limpieza, así como retirada de vehículos y ayuda humanitaria.
Un agente de Policía Foral en Paiporta - Foto: NATV
LAURA NO HA PODIDO RECUPERAR NADA DE SU PANADERÍA FAMILIAR EN MASSANASSA
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Caminar, por ejemplo, por las calles de Massanassa sigue siendo "muy complicado", un equipo de Navarra Televisión sigue trabajando sobre el terreno recogiendo historias en primera persona de quienes lo han perdido todo. Historias como la de Laura, una vecina de Massanassa que, cuenta cómo, al fin hoy, ha podido entrar a la panadería familiar: "Hemos podido por fin subir la persiana y ver lo que había dentro, hemos perdido cuatro hornos, todas las neveras volcadas...todo está destrozado", nos cuenta, a la vez que nos muestra cómo el agua llegó hasta prácticamente el techo. Aunque todavía no pueden acceder a la parte del obrador, cuenta con tristeza cómo veía que entraba el agua desde el piso de arriba del edificio, donde vive.