Los ingresos netos medios anuales de los hogares navarros alcanzaron los 40.760 euros en 2022. El ingreso neto medio por persona se situó en 15.681 euros y el ingreso neto medio por unidad de consumo en 23.363 euros, mostrando estos indicadores un crecimiento del 6,5% y del 6,3%, respectivamente, con respecto al año anterior.
Según han indicado desde el Instituto de Estadística de Navarra, existieron diferencias en la renta anual neta por hogar dependiendo de que el perceptor principal fuera hombre o mujer. Si el perceptor principal era hombre, los hogares tuvieron unos ingresos medios de 43.712 euros, concentrándose en su mayor parte en los estratos de rentas intermedios y altos, mientras que, si era mujer, la renta por hogar se situó en 33.700 euros y se concentró en los estratos bajos; en el estrato de 15.001 a 18.000 euros se situó el 7,3% de estos hogares.
La renta disponible de cada persona estuvo determinada, entre otras variables, por el sexo y la edad. Estas diferencias repercuten también en la renta anual neta media por unidad de consumo que fue superior para los hombres. Además, los valores más elevados correspondieron a personas de 45 y más años.
POBLACIÓN EN RIESGO DE POBREZA
La tasa de riesgo de pobreza se situó en el 21,8% de la población navarra frente al 21,7% registrado el año anterior, es decir, se produjo un ascenso de una décima porcentual. Este indicador mide cuántas personas tienen ingresos por debajo del umbral de pobreza en relación al conjunto de la población.
Respecto a 2021, cabe destacar el ascenso de esta tasa de un punto y una décima porcentuales para los hombres menores de 16 años y de siete décimas porcentuales para las mujeres entre 30 y 44 años, para las personas de 65 y más años desciende cuatro décimas porcentuales.
Por edades, la mayor tasa de riesgo de pobreza correspondió a las personas menores de 16 años siendo 9,6 puntos superior a la del conjunto de la población; por sexo se dio una diferencia de 2,6 puntos porcentuales, siendo mayor en las mujeres, y explicándose fundamentalmente porque entre la población de 65 y más años los ingresos medios por pensiones que constituyen la principal fuente de renta en estas edades, son notablemente inferiores entre las mujeres, 12.254 euros frente a los 20.204 euros registrados para los hombres.
El umbral de pobreza con datos económicos relativos a 2022 se situó en 12.842 euros (calculado a partir de la renta neta por unidad de consumo), registrando un aumento con respecto al año anterior, en el que se situó en 12.060 euros. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años se situó en 26.970 euros.
Según la nacionalidad, el porcentaje de personas por debajo del umbral de riesgo de pobreza era del 16% para las de nacionalidad española, del 45% para las personas con nacionalidad de la Unión Europea exceptuando España y del 67,5% para las personas cuya nacionalidad no era de un país de la UE-27.
En cuanto a la distribución de los ingresos, el índice de Gini se situó en 31,0 cifra similar a la registrada el año anterior, indicando estabilidad en la desigualdad de rentas, y la distribución de la renta S80/S20 se situó en 6,9 registrando un ascenso de 2 décimas con respecto al año anterior, es decir, se produjo un ligero ascenso entre la renta disponible total del 20% de la población con ingresos más elevados con relación a la del 20% con ingresos más bajos.
DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA SEGÚN FUENTE DE INGRESOS
Los salarios constituyen el ingreso más importante, el 55,8%, seguido de las pensiones, el 23,6%, otros ingresos, el 13,7%, otras prestaciones, el 4,8% y prestaciones por desempleo, el 2,1%.
Esta distribución muestra diferencias por edades y sexo, "siendo determinante en la inclusión de las personas bajo el umbral de pobreza". Para el conjunto de personas en riesgo de pobreza los ingresos procedieron en mayor medida de prestaciones por desempleo y otras prestaciones, así como de pensiones, especialmente para las mujeres, en comparación con los ingresos de personas que no se encontraban en situación de riesgo de pobreza. La renta más baja corresponde a la Ribera de Tudela y la mayor a la zona de Sangüesa.
DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA SEGÚN OTRAS CARACTERÍSTICAS
En el análisis se consideran diferentes características de las personas como sexo, edad, nacionalidad, situación de discapacidad y nivel de estudios.
Se han presentado resultados de las tres primeras a lo largo del informe y la situación de discapacidad "no es una característica que cause grandes diferencias en la renta neta de las personas".
En cuanto al nivel de estudios, las personas con mayor nivel educativo presentaron rentas superiores. Así, la renta neta media por unidad de consumo de los hombres con educación superior se situó en 30.417 euros y la de las mujeres en 28.649 euros, frente a los 18.395 euros y 17.448 euros correspondientes a los hombres y mujeres con educación primaria e inferior.