El FC Barcelona superó (1-5) al Villarreal CF este domingo en la jornada seis de LaLiga EA Sports para mantener su sólido liderato en la competición doméstica tras su traspiés en Champions, con más pegada que el 'Submarino', y pese a sufrir un serio golpe anímico con la mala lesión de Ter Stegen en el primer tiempo.
Hansi Flick tiró de nuevo de cantera y Masía, ante cerca de la decena de bajas, y el líder funcionó y también supo sufrir ante un Villarreal que aspiraba a seguir en zona de Liga de Campeones en la tabla. Fue un ida y vuelta, arriesgó el Barça con la defensa muy arriba, pero marcó la diferencia en su acierto en un duelo que es sinónimo de goles, aunque esta vez se los llevó el equipo de Marcelino García Toral.
Un doblete de Robert Lewandowski, pudieron ser tres pero falló un penalti, otros dos de un Raphinha incansable que asumió el brazalete de capitán y el tanto de Pablo Torre firmaron el 1-5. El Villarreal perdonó sobre todo en el inicio de cada parte y los de Flick golearon para sumar los 18 puntos posibles, cuatro más que el Real Madrid, segundo. Los amarillos se quedan en 11.
De momento, la pegada de los catalanes sigue siendo letal y abundante, aunque también sus problemas de lesiones. Tras un gol anulado a Yeremy Pino por fuera de juego, con Álex Baena siempre en el inicio de cada jugada con peligro en los locales, Lewandowski firmó dos tantos en un abrir y cerrar de ojos: asistencia de Torre y una medio chilena en un balón que repelió Diego Conde.
El Villarreal tuvo su premio, insistente con Pépé, por medio de Ayoze Pérez (1-2), y Ter Stegen evitó el segundo. De sentirse en una nube tras ser señalado ante el Mónaco, el meta alemán cayó del cielo en busca del balón en el saque de esquina y su rodilla quedó maltrecha. El portero, que ya se lesionó el pasado curso, dejó el campo en camilla y fue directo al hospital.
En la reanudación, el 'Submarino' fue con todo a por el empate. Con cierta fortuna, el equipo de Flick se libró del gol, haciendo agua en esa defensa adelantada. El coladero provocó cuatro ocasiones muy claras para los locales en pocos minutos, pero la fortuna sonrió ahí al Barça, con rebote en el defensa, para el 1-3 por medio de Torre: asistencia y gol en su primera titularidad.
Poco después, Lewandowski perdonó el penalti, lo cual sin duda parecía que podía pasar factura ante un Villarreal que tenía claro su intención ofensiva. Thierno Barry llegó a marcar pero en fuera de juego y el Barça tampoco renunció a la sentencia, que llegó con un Raphinha crecido con el brazalete que recibió de Ter Stegen y en conexión con un Lamine Yamal que no marcó pero volvió a lucir.