Cruel desenlace en Barcelona

Asier Cotelo
-

3
RCD Espanyol
1
Osasuna Femenino
Finalizado
Osasuna Femenino dice adiós al ascenso. El Espanyol fue mucho más resolutivo en las áreas y remontó la eliminatoria ante las rojillas, que nunca dejaron de luchar hasta el final. Merche Izal anotó el único gol navarro

Tal y como se prevía fue el Espanyol quien empezó con mayor fuerza dada la desventaja de un gol en la eliminatoria. Osasuna tenía la renta del 1-0 obtenido en Tajonar y vio cómo las catalanas salieron a por todas desde un primer momento. Aun así las rojillas aguantaban la fuerte salida local y poco a poco se fue equilibrando el partido, hasta que un error de Maitane supuso el 1-0 de Chamorro. La máxima anotadora del Espanyol se aprovechó de un balón bombeado que la meta osasunista no llegó a atajar en el borde del área, con tal mala suerte que la pelota le quedó en posición franca de gol y solo tuvo que empujar el esférico al fondo de la red. Era el minuto 20 y la eliminatoria quedaba empatada.

A partir de ahí las dinámicas hicieron el resto. Osasuna acusaría el golpe del 1-0 pero poco a poco se iba a levantar. De hecho, cuando mejor se veían las de Pamplona, de nuevo iba a golpear el Espanyol. Fue otra vez Chamorro quien ganó la espalda de las centrales y convirtió el 2-0 a los 37 minutos de partido. Dos zarpazos del Espanyol ponían la eliminatoria muy cuesta arriba. Las rojillas estaban obligadas a marcar cuanto antes, dado que tampoco el empate les iba a valer y la desventaja en el marcador crecía. Tal es así que Celia, casi en la última acción de la primera mitad, dispuso de un remate franco dentro del área que no logró enviar al interior de la portería. Ese golpeo se marchó por encima del larguero para desesperación de las navarras. Al descanso se llegó con el 2-0.

Ya en la segunda parte Osasuna quiso empezar con fuerza, pero la defensa local repelía las intentonas navarras. Carmen contó con una buena ocasión al poco de empezar, cuando se hizo con un balón dentro del área y su golpeo a la media vuelta se marchó cruzado. Buena llegada que daba alas a las de Pamplona, pero no tardó en llegar el 3-0 del Espanyol. En este caso fue a balón parado, en un saque de cóner que Ana Hernández remató sin opisición dentro del área. Más difícil todavía para las de Josu Domínguez, que en este punto optó por mover el banquillo para dar entrada a Elena Valej y a Guallar en sustitución de Yiyi y Alexia Jr.

Cruel desenlace en BarcelonaCruel desenlace en Barcelona - Foto: Osasuna Twitter

Se apreciaban prisas en el cuadro visitante, dejando espacios atrás, algo que estuvo muy cerca de aprovechar Carol, pero su disparo no encontró portería. También Chamorro volvió a disponer de otra llegada muy similar, aunque en este caso era Maitane quien atajaba la pelota. Osasuna arriesgaba y por momentos se rompía el partido, lo que beneficiaba a las peligrosas atacantes del Espanyol, que si algo tienen es desvorde y velocidad. Por parte rojilla, Carmen Sobrón en la derecha y Miriam Rivas cayendo a la izquierda tras sustituir a Iara buscaban darle profundidad a las de Josu Domínguez, pero era un querer y no poder. Había momentos en los que el partido se volvía loco y podía pasar cualquier cosa, mientras que el 3-0 se mantenía en el marcador. Maitane evitó el cuarto del Espanyol en hasta dos ocasiones más, mietras que Josu Domínguez agotaba los cambios dando entrada a Azpiazu por Josune.

Osasuna nunca se rinde y aunque la diferencia era amplia, un gran gol de Merche Izal en el minuto 85 hizo creer a las rojillas. Convertida en carrilera, Merche envió a la escuadra un potente remate que no pudo despejar la portera, colocando así el 3-1 y aliviando el dolor de una afición rojilla que se desplazó hasta Barcelona. Restaban cinco minutos más el añadido, que fueron seis, tiempo en el que Osasuna Femenino no dejó de creer. Un saque de falta de Carmen Sobrón puso en apuros al Espanyol, que también aprovechaba estos minutos extra para realizar sus cambios, al tiempo que la afición local ya festejaba el ascenso.

De esa manera, muriendo en campo rival, finalizó el partido de las rojillas, que tras el pitido final quedaron tendidas en el suelo entre lágrimas. Una imagen muy distinta a la fiesta que vivía el Espanyol, que finalmente jugará la temporada que viene en la Liga F. Por su parte, Osasuna deberá volver a ilusionarse con luchar por el ascenso la próxima temporada.