Ocurría este domingo en la plaza de San Nicolás de Pamplona sobre las 11:45 horas de la mañana. Las campanas sonaban para avisar de la próxima misa cuando el badajo de una de ellas se rompía cayendo a la plaza. Afortunadamente y debido al mal tiempo, no había gente en la plaza ni en las terrazas, por lo que no causó ningún daño material ni ninguna persona resultó herida. Un viandante que observó lo sucedido fue el encargado de entregar el objeto a la parroquia.

Este lunes, un equipo de Navarra Televisión hablaba con César Magaña, sacerdote de la iglesia, que explicaba que "se están tomando medidas para que no vuelva a pasar. Ya se ha avisado a los campaneros que la colocaron para que instalen tanto el nuevo badajo como un sistema que avise cuando estén en mal estado para cambiarlas antes de que vuelvan a romperse".

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