Athletic y Osasuna ofrecieron una primera mitad entretenida, con un alto ritmo de juego y acciones verticales. Se veía un partido muy físico en el que las defensas se imponían a las delanteras. Los navarros saltaron a San Mamés con la idea de presionar en campo rival y arrebatarle el balón al Athletic, un equipo bilbaíno que cuando tenía balón buscaba con determinación a sus jugadores más veloces.
El primero en avisar fue Osasuna, por medio de Rubén García, que se encontró frente a Unai Simón tras un mal despeje local. Sin embargo, en lugar de golpear con pierna derecha, al querer colocarse el balón en su pierna buena, llegó el defensor y le robó el esférico. En la siguiente acción iba a ser Iñaki Wilians quien encontrase el 1-0, pero la jugada quedó invalidada por fuera de juego. Diez minutos más tarde iba a ser a Raúl García de Haro, a quien el colegiado le anuñaría el 0-1, en este caso en una clara ventaja por la que quedó invalidada.
Ambos equipos parecían cerca de marcar y poco a poco fue Osasuna quien empezó a encerrar a los locales en su campo. Las jugadas más peligrosas de los pamploneses las iban a protagonizar primero Pablo Ibáñez y luego Rubén García, ambos futbolistas con sendos cabezazos que se marcharon por encima del larguero. En este insistir rojillo acabaría llegando el premio, aunque antes se vio un nuevo gol anulado a los de casa. Muniáin logró marcar pero lo hizo tras un fuera de juego de Álex Berenguer, que le había robado la cartera al 'Joker'. El gol fue anulado tras el análisis del VAR.
Con el 0-0 se llegó a los últimos cinco minutos del primer periodo, momento en el que un centro chut de Mojica lo empujó a gol Raúl García de Haro. El delantero de Osasuna metió la puntera para desviar esa pelota e introducirla al interior de la portería. Ya en el añadido estaría cerca el segundo en un saque de esquina que por centímetros no lograron empujar hasta dos jugadores rojillos. Así se llegaba al descanso.
Ya en la segunda parte el Athletic saltó al verde sin intensidad, algo que aprovechó Rubén García para hacer el 0-2 en el minuto 47. Dicho gol llegó tras una falta de entendimiento en la defensa local, que al ver un balón despejado por Areso en campo propio, no se decidieron a atajarlo, con lo que Rubén se valió de su velocidad para encarar a Unai Simón y aumentar la diferencia en el marador. A partir de ahí el Athletic iba a despertar, tanto que Iñaki Wilians redujo diferencias con el 1-2 (minuto 57). Este gol vino precedido de un grave error de Mojica, al querer salir jugando por el centro un balón que debía de haber despejado en largo.
El Athletic se había metido en el partido y empezó a inquietar a los navarros de Osasuna. Pero Jagoba optó por introducir cambios, dando entrada a Aimar Oroz, que volvía a jugar tras varias semanas lesionado. La presencia del canterano rojillo le daba mayor control del juego en campo rival y Osasuna se defendía con el balón en los pies, aunque los locales iban a apretar con su habitual juego directo. Además, Rubén García fue objeto de una falta dentro del área pero ni el colegiado ni el VAR entendieron suficiente contacto.
El partido se mantenía abierto y podía llegar el gol en cualquiera de las dos porterías, aunque la presión local poco a poco aumentaba. En esa situación Osasuna defendía centros laterales hasta que en uno de ellos, en el último, Sergio Herrera atajó el baló pero se le escapó para desgracia de los navarros, que vieron cómo Villalibre establecía el 2-2. Una desafortunada acción que privó de la victoria a Osasuna.
Así acabó el partido y los dos equipos se tuvieron que conformar.