Los clubes grandes son ametralladoras en los mercados de fichajes: disponen de tanto fondo que van disparando a diestro y siniestro con la esperanza de que alguna de las incorporaciones dé sus frutos. Sucede muchas veces cuando 'arriesgan'. No suelen hacerlo. Son 'gigantes' que van a tiro fijo… pero, de vez en cuando, apuntan a la joven perla de turno y revientan el mercado. En el de verano de 2020, el Barça de los fichajes 'random' (pagó 60 millones por Pjanic o 25 por Sergiño Dest) puso sobre la mesa casi 31 'kilos' por un joven canterano del Sporting de Braga de apenas 20 años de nombre larguísimo (Francisco Antonio Machado Mota de Castro) que tomó su tercer apellido, Trincao, para hacer carrera en el fútbol profesional.
Las esperanzas se difuminan a la misma velocidad de las expectativas creadas. Solo jugó una temporada decepcionante. Le colgaron encima mucha presión y aquel caótico Barcelona, que quedó tercero en la 20/21 mientras firmaba jugadores imposibles (de coste y prestaciones) desde la salida de Neymar, no era el mejor entorno para que el chico creciera. Apenas 42 partidos (seis como titular), apenas 1.311 minutos, apenas tres goles y dos asistencias.
Cesiones
Los azulgrana buscaron que su inversión progresara lejos de la Ciudad Condal. La primera cesión, rumbo a Inglaterra (Wolverhampton) fue un nuevo fiasco para el presunto heredero de Cristiano Ronaldo. La segunda, sin embargo, marcó el camino: regresó a 'casa', Lisboa. De donde nunca debió haber salido, pensaría después de amagar con comerse el mundo y no llegar ni a las migajas de LaLiga y la Premier League.
Trincao, un muchacho con un potencial en su zurda inversamente proporcional a su timidez, eligió un rumbo que muchos deportistas usan para resurgir: regresar al punto de partida. Había salido del radar de los portugueses, que creyeron a pies juntillas la versión del fracaso que se escribía desde Barcelona (y desde los detractores del propio Barça). Y se rearmó.
En su primer año en el Sporting disputó 52 partidos y aportó 13 dianas, llamando de nuevo la atención del 'planeta fútbol' en la 27ª jornada de Liga, cuando logró un 'hat-trick' en el 3-4 sobre el Casa Pia. Los medios catalanes hablaban de un resurgir… pero el bloque culé, que hizo su apuesta por dos atacantes como Raphinha y Lewandowski en 2022, esperaba la irrupción de Lamine Yamal, la resurrección de Ansu y tenía en nómina a Ferran o Joao Félix, asumió finalmente el fiasco de Trincao y apostó por la venta: siete millones de euros.
El retorno
Liberado de toda presión, sin tener que demostrar nada a nadie de nuevo, el extremo ha vuelto a parecerse a aquel chico letal de exquisita pierna izquierda que estuvo en todas las agendas de Europa. Ya el pasado curso fue determinante (10 goles y 10 asistencias en 48 partidos) para que el Sporting se llevase la Primeira Liga con 10 puntos de diferencia sobre el Benfica; y en el presente ha aumentado sus prestaciones. Son nueve tantos y 15 repartidos, tiene a los verdiblancos líderes de nuevo a falta de ocho jornadas y este fin de semana se vistió de héroe con la selección.
Portugal había perdido con Dinamarca en el partido de ida y la vuelta estaba 2-2 en el minuto 81, cuando Trincao saltó al campo. No solo forzó la prórroga con una diana en el 86, sino que anotó en el primer minuto del tiempo extra para sentenciar un encuentro que rubricó Gonçalo Ramos en el 115 (5-2) y metió a los lusos en la 'Final Four' de la Liga de las Naciones. Ha convencido incluso a Roberto Martínez, seleccionador de Portugal, con el que apenas ha participado en tres partidos (todos saliendo desde el banquillo) de los 28 que ha dirigido el de Balaguer.
Aunque Gyokeres acapara casi todo el ataque del Sporting, el exazulgrana es el tercero que más dispara del equipo y el segundo que más lo hace a puerta, y en el contexto de la Liga lusa, es el que más balones recupera en el campo contrario (19). Ha vuelto al gran escaparate. El Manchester United estaría dispuesto a comprarlo… pero el Barça aún se guarda una opción de recompra (25 millones) e incluso firmó al venderlo el 50 por ciento de la plusvalía de una posible venta.