Sin perder de vista aquello que le caracteriza y le hace único, Pablo Rivero regresa a las librerías con una obra inquietante que juega con el lector. Lo hace con La matriarca, una novela que habla y trata temas del día a día con los que todo el mundo se siente identificado: problemas con la familia, la comunidad de vecinos... Situaciones cotidianas que son las que derivan muchas veces en los mayores problemas que se puedan llegar a imaginar.
Fiel a su estilo, el autor vuelve a poner el foco en su sexto libro en cuestiones de necesaria reflexión y urgente solución, envueltas en una asfixiante atmósfera y manejando a la perfección el suspense psicológico y una ambientación real de creciente tensión y crudeza.
La matriarca es un thriller inquietante y descarnado que pone de manifiesto la vulnerabilidad de la tercera edad y que invita al debate sobre asuntos como la exclusión social, la brecha digital o la exposición de los mayores en las redes sociales. Una novela que también homenajea a todas esas mujeres que son el pilar fundamental de sus familias.
Una mujer mayor cae desde el décimo piso de un bloque de viviendas. Y, aunque podría tratarse de un suicidio, la teniente de la Guardia Civil Candela Rodríguez sospecha que fue un asesinato. La víctima en cuestión se llamaba María Fernández, de 85 años.
Cerca de ese apartamento, Mari Ángeles Castro, de 83 años, ha sufrido un atraco con agresión mortal en el portal de su domicilio.
A sus casi 80 años, Felicidad es independiente y resolutiva, ya que gestiona los alquileres del bloque de pisos de la primera fallecida, una muy querida y cercana amiga suya. A pesar de seguir siendo la fuerte matriarca de una familia, últimamente le están fallando las fuerzas y tiene miedo: el barrio se está poniendo imposible. Y así se lo ha hecho saber a sus hijos. Lo malo es que ellos la tratan con una condescendencia infantil que la incómoda y la humilla.
Las investigaciones de la teniente Rodríguez y su subordinada Sandra Martínez en torno a estos sucesos se complican cuando aparece una truculenta grabación que muestra el cuerpo de una mujer muy mayor sobre un gran charco de sangre con planos detalle que se recrean en algunas de las terribles heridas. Un vídeo que pone en el foco en el entorno familiar de Felicidad, así como en una comunidad de vecinos donde muchos entran, pero no todos salen.
Sobre el autor
Pablo Rivero es licenciado en Comunicación Audiovisual y conocido por interpretar a Toni Alcántara en la serie de TVE Cuéntame cómo pasó, trabajo que ha combinado con personajes en películas como De tu ventana a la mía, de Paula Ortiz, Proyecto tiempo, de Isabel Coixet, o No me pidas que te bese porque te besaré, de Albert Espinosa.
En teatro, ha participado en montajes como La caída de los dioses, dirigido por Tomaz Pandur o El sirviente, de Mireia Gabilondo.
Debutó como novelista con No volveré a tener miedo, un thriller que tuvo una gran acogida entre los lectores y la crítica. Después llegaron Penitencia, Las niñas que soñaban con ser vistas, La cría y Dulce hogar.
Y se consolida como autor con este sexto libro que juega con el lector y profundiza en temas como soledad y la exclusión social.
Desvalorización, infantilización, olvido, maltrato... Son solo algunas de las flaquezas de una sociedad canibalizada que acostumbra a marginar a sus mayores. Quienes fueron espejo para varias generaciones se sienten ahora incapaces de incorporarse al rápido progreso: se apartan y a la vez son apartados.
Una exclusión que en muchas ocasiones les lleva a la soledad y que provoca, incluso, la depresión. Y es que «la soledad no mata, pero ayuda a morir».