Era el sábado cuando tras meses de lucha, protestas y concentraciones se procedía a la detención de los dos inquilinos de un narcopiso en la Rochapea. En el registro descubrían indicadores del consumo de estupefacientes en la vivienda.
Los vecinos hablan de suciedad, broncas y problemas en un vecindario en el que tradicionalmente había reinado la tranquilidad y en el que en octubre, una reyerta acababa con dos apuñalados en ese narcopiso. Algunos incluso prefieren no mostrar su rostro porque aseguran que la inquilina continúa viviendo en allí tras su puesta en libertad. Esta noche, de hecho, ha sido necesaria de nuevo la presencia de agentes policiales para evitar altercados con personas que se acercaban hasta el domicilio.
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Asimismo, el segundo detenido, el hombre de 39 años, también quedaba en libertad en las últimas horas. Los vecinos expresan que "están intranquilos" con la situación y solo esperan que el asunto no quede en el olvido para poner solución a un problema enquistado desde hace meses.