La Pasión de Jesús recorrió un año más las calles del centro histórico de Tudela. Una jornada con el fuerte viento de protagonista, además de la cantidad de fieles que ahí se dieron cita. Se trata de uno de los actos más multitudinarios de la Semana Santa tudelana.
Toda la representación, desde la Última Cena, pasando por el Juicio de Pilatos, la Crucifixión, Muerte y Resurrección estuvo dedicada a Gonzalo Muñoz, uno de los intérpretes más queridos por la ciudad, que recientemente conocían la noticia de su fallecimiento.
Más de medio centenar de actores volvieron a dotar a la representación de un gran realismo y sentido mensaje, que en el caso de Jesús fue interpretado por Eduardo López Esparza.