La Policía Foral velará durante esta Semana Santa por la seguridad ciudadana en las zonas del entorno rural a las que la ciudadanía acude a practicar actividades de ocio y esparcimiento y que son objeto de delitos contra el patrimonio, hurtos y robos con fuerza en vehículos, principalmente.
Los lugares habituales en los que se cometen estos delitos son sobre todo aparcamientos sin vigilar, vías pecuarias, caminos y pistas, señala en una nota, en la que explica que el modus operandi más empleado por los delincuentes es la fractura de ventana.
El descuido, la fractura de bombín y forzar la puerta sin fractura también son métodos utilizados, aunque en menor medida.
En cuanto a los objetos de robo son variados y dependen del tipo de delito, de forma que en los hurtos destaca la sustracción de cualquier objeto a la vista (mochilas, bolsos, pequeños electrodomésticos), mientras que en el robo con fuerza se enajenan selectivamente herramientas, dinero, cámaras de vídeo u ordenadores portátiles.
Las zonas de ocio en el medio rural son todas en las que se pueda realizar esta actividad, pero destacan, por su alto atractivo turístico las de Baquedano/Urbasa-Andía (balcón de Pilatos, nacedero Urederra); el Santuario de San Miguel de Aralar, los aparcamientos del castillo de Javier y monasterio de Leyre Bardenas Reales y Arguedas.
También la zona de Alloz (embalse y zona del yacimiento arqueológico), Abárzuza (monasterio de Iranzu), Zariquiegui (alto del Perdón), Dantxarinea (alto de Otsondo), las inmediaciones de laguna de Pitillas Foz de Arbayún y Lumbier Otsagabia y Orbaizeta (virgen de las Nieves y selva de Irati) o el parking en Orreaga-Roncesvalles.
Los embalses de Mendaur y Leurtza Señorío de Bértiz (Oronoz-Mugairi), Lizaso (bosque de Orgi), Baztan (Xorroxin/Erratzu, Amaiur, Izpegi, Bagordi), Belate (monte Saioa) y el alto de Artesiaga son otros de los emplazamientos susceptibles.
Las mismas fuentes aportan algunos consejos preventivos, como los de aparcar los vehículos en zonas visibles, iluminadas y bien comunicadas; nunca dejarlos escondidos, ya que los ladrones actúan con mayor impunidad; y dejar los vehículos bien cerrados y sin ningún objeto a la vista.
Asegurarse de que, al menos en ese momento, no hay nadie por los alrededores en actitud sospechosa, vigilante o expectante. Y en caso de detectar personas o vehículos sospechosos, avisar a Policía Foral a través del 112, informando sobre las características de las personas o del vehículo, añade la Policía foral.
"Siempre es mejor una falsa alarma que un delito consumado", en cuyo caso se deberá denunciar con el fin de abrir investigación y elaborar el mapa delincuencial que permita establecer dispositivos preventivos, zanjan las mismas fuentes.