Pamplona tiene una cita todos los domingos del año, excepto en los meses de julio y agosto, con el mercadillo de Landaben.
Se trata de una tradición, heredada del llamado 'rastro' que se celebraba en Txantrea hasta principios de los años 90 y que se trasladó al polígono industrial de Landaben. En la actualidad, un total de 147 puestos de venta abren al público los domingos por la mañana, de 9 a 14.30 horas.
Según recuerda en una nota es el propio Consistorio pamplonés el que se encarga de la organización del mercadillo y de la adjudicación de los puestos, otorgando las autorizaciones a las personas solicitantes y siguiendo una serie de criterios relativos al desarrollo de la actividad.
Los puestos se ubican en las calles B, L, C y K del polígono de Landaben y el mercadillo se divide en dos zonas, una con 75 puestos de alimentación y comestibles y otra con 72 puestos de otros productos no alimenticios. Se pueden adquirir, por ejemplo, fruta y verdura fresca, ropa, calzado, juguetes, plantas, productos de marroquinería o cosmética, entre otros.
Los puestos adjudicados se encuentran numerados e identificados y cada uno de ellos cuenta con el permiso correspondiente en el que se indica la condición de autorizado y el lugar que debe ocupar.
Dispositivo policial
La Policía Municipal de Pamplona se encarga del control y la seguridad en la zona durante el desarrollo del mercadillo. El dispositivo comienza desde horas antes de su apertura, con la señalización de los espacios y limitando los accesos exclusivos para personas autorizadas, así como el control de las ubicaciones de cada puesto y el cumplimiento de horarios de apertura.
La zona queda libre de vehículos para la apertura del mercadillo a las 9 horas y se convierte en un espacio peatonal.
El dispositivo policial lo conforman dos patrullas con dos policías cada una que, una vez controlados los accesos, continúan con el control de la seguridad del evento a lo largo de toda su duración, en aspectos como el cumplimiento de las ordenanzas municipales y en la vigilancia del tráfico de la zona y el entorno.
Una vez finalizada la actividad, sobre las 14.30 horas, se procede a la retirada de la señalización por parte del servicio de grúas de Pamplona.
Los servicios de limpieza se encargan entonces de la recogida de los residuos y del baldeo de la zona en la que se ha desarrollado el mercadillo. De esta forma, la zona queda lista para su función diaria como vial de conexión de las diferentes calles del polígono.