Las gélidas temperaturas de la noche pamplonesa no pudieron con la tradición. La entrada en el nuevo año ha vuelto a celebrarse con disfraces de todo tipo que tiñeron de multitud de colores el centro de la capital y también otras localidades de la comarca.
Pamplona ha amanecido este miércoles 1 de enero sumida en la calma tras una noche de fiesta ininterrumpida, de jolgorio post campanadas y de disfraces. Los servicios de limpieza se afanaban en devolver su estado natural al centro de la capital navarra desde primera hora en una fría mañana del primer día del año 2025.
La noche ha sido larga en la capital navarra. que ha vuelto a destacar, un año más, por su particular forma de comenzar el año.