Ricardo Ten y Sergio Garrote, oro en las contrarrelojes C1 y H2

Europa Press
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El ciclista valenciano suma el undécimo metal paralímpico de su carrera tras ganar una prueba donde era el favorito por su condición de actual campeón del mundo, mientras que el catalán consigue defender su victoria de hace tres años en Tokyo 2020

El ciclista valenciano Ricardo Ten - Foto: ENNIO LEANZA

El ciclista valenciano Ricardo Ten y el catalán Sergio Garrote conquistaron este miércoles las medallas de oro en las pruebas de contrarreloj de la clase C1 y de la clase H2 del ciclismo en carretera de los Juegos Paralímpicos de París, mientras que el aragonés Eduardo Santas y el gallego Damián Ramos se sumaron a la fiesta con una plata y un bronce en C3 y C4, respectivamente.

El ciclismo volvía a la acción tras su paso por el Velódromo Saint-Quentin-en-Yvelines, de donde el equipo español salió con tres metales, una plata y dos bronces, y lo hizo con fuerza en la carretera donde de sus cinco participantes, cuatro sacaron medalla y sólo se quedó sin subir al podio Luis García-Marquina en la clase H3 de las handbikes. Un impulso que acercó ya a España a la barrera de las 30 medallas.

La cosecha se abrió muy temprano y a lo grande, con dos oros, el sexto y el séptimo para la delegación nacional, a través de Ricardo Ten y Sergio Garrote, dos victorias de mucha superioridad y con sabores un tanto distintos porque para el primer fue un poco revancha por lo sucedido hace tres años y para el segundo su confirmación ya que en Tokio ya se había coronado por un suspiro.

El ciclista Sergio GarroteEl ciclista Sergio Garrote - Foto: Maria Abranches

El valenciano y el catalán 'volaron' sobre el circuito de poco más de 14 kilómetros de la localidad de Clichy-Sous-Bois, a unos 30 kilómetros de la capital francesa. Los dos habían reconocido el trazado en una visita en mayo y los dos tenían entre sus principales objetivos conseguir el oro.

Ricadro Ten había preparado la crono prácticamente con exclusividad por encima de la pista, sabedor de que no podía dejar escapar la oportunidad que se le fue hace tres años al pie del Monte Fuji, cuando también era uno de los favoritos.

Entonces, un golpe de calor le hizo caerse, sin consecuencias, y ha tenido que esperar tres años y seguir siendo el gran dominador de la especialidad de su clase para acabar con la espera y lograr ese ansiado oro en el deporte donde buscó nuevos retos tras ser un brillante nadador, aunque también advirtió tras esta victoria que los desafíos se habían acabado ya igualmente.

16 años ha tenido que espera Ten para volver a escuchar el himno nacional en unos Juegos Paralímpico. Su último oro había sido en Pekín 2008, en los 100 braza, pero esa travesía se acabó este miércoles donde fue insuperable y donde demostró que su preparación, con concentraciones en altura en Sierra Nevada, había rayado la excelencia.

Porque eso fue lo que demostró en la carretera el valenciano, el último en salir y que ya al paso por la mitad del recorrido, pese a que reconoció que le costó coger algo de ritmo, tenía 15 segundos de margen sobre el segundo mejor tiempo. La segunda parte del español fue otra exhibición, con doblaje incluido a uno de sus históricos rivales, el alemán Michael Teuber, plata a 38 segundos del valenciano, el único en bajar de los 21 minutos (20:39.53). El polaco Zbigniew Maciejewski completó el podio a menos de un segundo del germano.

Y si demostración fue la de Ten, la de Sergio Garrote no le fue a la zaga. El catalán también era el rival a batir por su condición de actual doble campeón del mundo de la contrarreloj de las bicicletas de mano de la clase H2, donde no tuvo la esperada resistencia de sus dos principales rivales, el francés Floriant Jouanny y el italiano Luca Mazzone.

De hecho, a este último le había arrebatado el oro hace tres años en Tokio por un suspiro. Tan sólo 26 centésimas les separaron a ambos en una emocionante crono donde el tercero en discordia sí estuvo a más de un minuto de ambos. Nada que ver con lo sucedido en esta ocasión donde el catalán fue demoledor.

Ya al paso del punto de referencia para coger tiempo, Garrote, también el último en salir, era más rápido que Jouanny en once segundos, una diferencia que tampoco le permitía relajarse. El catalán apretó aún más los dientes y no dejó atisbo para la emoción, cruzando la meta como el único por debajo de los 25 minutos (24:33.71), con Mazzone y Jouanny viviendo 'otra' carrera donde la plata se decidió a favor del italiano por menos de medio segundo.

Santas salda una cuenta, Ramos se lleva un bronce

El ciclista español, en cambio, le metió a ambos 45 segundos para mantenerse en su trono paralímpico tal y como han hecho en estos Juegos Paralímpicos de París el atleta Yassine Ouhdadi (5.000 m T13) y la triatleta con discapacidad visual Susana Rodríguez.

Tras un pequeño parón, se reanudaron el resto de contrarrelojes, del doble de distancia (28,4 kms) y en la de clase C4 llegó una nueva alegría, esta vez en forma de bronce, gracias al gallego Damián Ramos, debutante en unos Juegos Paralímpicos y que fue de más a menos, aunque suficiente para asegurarse un puesto en el podio.

El ciclista coruñés era candidato al podio tras ser cuarto en el pasado Mundial de 2023 y su inicio de prueba fue prometedor, marcando el mejor tiempo al paso por el primer punto cronometrado, aunque a partir de ahí se crecieron los franceses Kevin Le Cunff y Gatien Le Rosseau, actual campeón y subcampeón del mundo.

El primero puso la directa hacia el oro a partir de ahí, mientras que el segundo sobrepasó al español en el tramo final para quedarse con la plata y el doblete de Francia. Ramos no se hundió pese al esfuerzo y cerró el podio con casi 17 segundos sobre el cuarto.

Poco después, la alegría aumentó gracias a Eduardo Santas, que había preparado esta prueba con mimo también y que se desquitó de su cuarto puesto en el velódromo con una medalla de plata, con la que saldó una cuenta pendiente porque el metal paralímpico a nivel individual era lo único que le faltaba en su palmarés porque ya tenía un bronce en la velocidad por equipos en 2016 y se le había resistido en demasiadas ocasiones.

El ciclista aragonés hizo una crono muy inteligente, regulando muy bien y aunque tras la primera vuelta al circuito iba quinto, no estaba demasiado lejos y con 'gasolina' para dar un plus más que el resto en los kilómetros finales. A siete segundos del bronce a falta de menos nueve kilómetros, tuvo energía para remontar incluso hasta la segunda plaza, aventajando en más de diez segundos al tercero y cuarto, aunque a 44 segundos del campeón, el francés Thomas Peyroton-Dartet.

Finalmente, el ciclismo español no pudo firmar el pleno en la jornada porque Luis García-Marquina, bronce en Tokio hace tres años, esta vez no pudo subir al podio en la clase H3 de bicicletas de mano donde concluyó sexto, a 53 segundos del podio en una crono donde no pudo estar cerca de los mejores desde el principio.