Sensorial, salvaje y muy visceral. Así es Muerte en tres texturas, el debut literario de Cristian Schleu, una novela única gracias a la fusión de dos mundos aparentemente dispares: la investigación de un asesino en serie y la gastronomía.

La historia presenta a Philippe Bouvier, chef de un prestigioso restaurante londinense que lucha por hacerse con su segunda estrella Michelin. Junto a su mano derecha en los fogones, el japonés Tsu trabaja de lleno en la elaboración de un nuevo menú degustación que podría impulsarle a lo más alto.

Pero una visita inesperada de una brigada de Scotland Yard trastocará sus planes. Durante las últimas semanas, han aparecido en Londres una serie de cadáveres con un patrón común: las víctimas, sentadas a la mesa, tienen el abdomen abierto y sin vísceras, dejando al descubierto un agujero en cuyo interior se encuentra el bolo alimenticio perfectamente emplatado.

Los agentes, completamente desorientados, necesitan de una visión gastronómica que pueda iluminar algún detalle de lo ocurrido. Por eso acudirán a Philippe y Tsu, que enseguida se incorporan a la investigación. Cada elemento propio de la cocina de autor se convierte en una pista para dar con la identidad del asesino.

Sin embargo, Philippe ignora que su colaboración podría hacerle pagar un precio mucho más alto que una simple estrella.

Muerte en tres texturas combina la tensión del mejor thriller psicológico con el ritmo frenético de la cocina profesional. En la novela convergen un asesino en serie sádico e inteligente, numerosos giros argumentales y una trama repleta de misterio.

Todo ello se construye gracias al rigor de un autor que ha pasado varios años tras los fogones.

«Volver al mundo de la gastronomía a través de la literatura me ha encantado. Para mí los dos tienen un componente y un grado de estrés que enganchan. Y esto pasa por la conexión. La conexión que estableces con el comensal cuando ves que ha disfrutado con la experiencia que le has ofrecido en tu local, y la conexión que estableces con el lector cuando empatiza con algo que has escrito», apunta en una entrevista el escritor, que regentó durante siete años dos negocios en Barcelona.

De hecho, es fácil reconocer su faceta de chef entre las páginas del libro: en las escenas ambientadas en el restaurante londinense, en las elaboraciones mencionadas o en la competitividad entre cocineros.

Para Schleu, mezclar dos «pasiones» como son el género negro y la gastronomía le ha permitido disfrutar mucho escribiendo la que es su primera novela publicada, que llega de la mano de la editorial NdeNovela, el nuevo sello de ficción del Grupo Planeta.

El mundo de las redes

Además de los temas ya mencionados, el escritor no se olvida de la parte humana. A lo largo de la novela, Philippe tiene que lidiar con problemas como la rebeldía adolescente, encarnada por su hija Charlotte, o el trato con la familia política.

También las redes sociales ocupan un papel importante en la historia. Desde el comienzo, se revelan como un engranaje clave en la investigación. Sin ir más lejos, el asesino avanza las elaboraciones que la Policía encuentra a través de un perfil de Instagram con miles de seguidores nuevos cada día.

«La comida es de las cosas que más se fotografía en redes. Si a esto le añades un componente sensacionalista, el enganche es máximo», destaca el propio Schleu. «A mí personalmente no me atrae mucho este sensacionalismo, aunque creo que llegados a un punto parecido al de la novela, algún vistazo sí echaría a lo que colgase, y más si mi conciencia se ve aligerada por estar cooperando en un caso», reconoce.