Agentes de la Policía Foral, adscritos a la Brigada de Delitos Económicos y Contra el Patrimonio, han resuelto recientemente un caso de chantaje a un vecino pamplonés que presentó denuncia por un posible "fraude del sicario o proxeneta", una estafa en la que los ciberdelincuentes se hacen pasar por asesinos a sueldo para obtener dinero.
En estos casos, los ciberdelincuentes insertan anuncios falsos con fotos y un número de contacto en sitios web de citas de pornografía o que facilitan encuentros sexuales, manteniéndose a la espera de que algún usuario acceda. Una vez que obtienen su número de teléfono, lo utilizan para asustarle y extorsionarle. En este caso el denunciante recibió un mensaje de WhatsApp de un número desconocido, en el que el remitente se presentaba como un proxeneta de prostitutas a las que había molestado.
A partir de aquí, según ha explicado la Policía Foral, comenzó un juego de extorsión en el que los ciberdelincuentes le instaron a pagar 2.000 euros en una cuenta, o por medio de Bizum, para evitar graves consecuencias hacia su persona, bajo amenazas de enviar sicarios a su casa o a la de sus familiares, cantidad de dinero que la víctima pagó. El denunciante confesó ante la Policía Foral haber visitado sitios web de citas de prostitución, pero sin llegar a interactuar.
La Policía Foral, con la colaboración de la Policía Nacional y la Policía Local de Valencia, consiguió identificar a dos personas residentes en la Comunidad Valenciana, que fueron detenidas y puestas a disposición Judicial.
Otro tipo de estafas que se investigan desde Policía Foral son el "phishing" (donde se vulneran correos electrónicos y enlaces), el "smishing" (utilizando mensajes de texto o aplicaciones de mensajería), el "vishing" (se utilizan llamadas y mensajes de voz para obtener información sensible) o el "man in the middle" (ataque basado en interceptar la comunicación entre dos o más interlocutores), todas ellas con fin económico mediante intimidación.
Ante estas amenazas, la Policía Foral recomienda no seguir las indicaciones del mensaje recibido y explica que por muy aterradoras que sean no se debe hacer caso a las instrucciones proporcionadas por los delincuentes.
También aconseja denunciar el número desde el que se te está amenazando y, después de hacerlo, bloquear el contacto para evitar más comunicación.
Tampoco se debe compartir datos personales ni bancarios, ya que los delincuentes pueden usar cualquier información que proporcione la víctima en su contra.
Otra de las recomendaciones de la Policía Foral es recopilar evidencias. Si el acoso persiste, se deben reunir todas las pruebas -como capturas de pantalla, grabación de audios o llamadas- y realizar una denuncia presencial.
Además, se aconseja practicar el "egosurfing", que consiste en navegar por Internet buscando información sobre uno mismo de forma superficial. Si se ha facilitado algún dato de carácter personal, se puede investigar qué información personal está disponible en línea para evitar que los datos se usen de nuevo en algún tipo de fraude.
Estos estafadores pueden usar diferentes formas de ingeniería social para contactar. Por ejemplo, la mensajería en línea, con aplicaciones de chat o servicios de mensajería como WhatsApp o Telegram, remitiendo imágenes o videos violentos para causar miedo; llamadas telefónicas, directas y amenazantes, generalmente anónimas o desde número desconocido para dificultar su rastreo; correos electrónicos con lenguaje intimidatorio, haciéndose pasar por sicarios o criminales, con detalles inventados del suceso para que suene más real; o mensajes de texto con amenazas similares, pidiendo dinero para no hacerte daño o a tu familia. En algunos casos contactan a través de Facebook, Instagram u otras redes sociales, desde perfiles falsos que envían mensajes aterradores.