En las obras de rehabilitación de la nueva residencia para personas mayores Urederra, de Estella, situada en el edificio del antiguo albergue Oncineda, que dieron comienzo en junio, se han ejecutado ya demoliciones, excavación de zanjas, formación de huecos de fachadas, colocación de premarcos, cimentación y ejecución de los elementos estructurales nuevos.
Los trabajos fueron adjudicados a la UTE Residencia Santo Domingo, entidad compuesta por las empresas Excavaciones Fermín Oses S.L. y Construcciones Mariezcurrena S.L., por un importe total de 8.317.030 euros (IVA excluido). Con un plazo de ejecución de 24 meses, está previsto que las obras finalicen en junio de 2026.
RESIDENCIA UREDERRA
La puesta en marcha del nuevo edificio supondrá la creación de una residencia dotada con 65 plazas (divididas en cinco unidades de convivencia en tres plantas), con una extensión de 6.263 metros cuadrados, y más próxima al centro urbano que el actual emplazamiento del centro para mayores, situado en el antiguo convento de Santo Domingo. El edificio donde se encuentra actualmente el centro necesitaba una reforma integral para adaptarlo a la normativa vigente, y presentaba dificultades para su adaptación.
La inversión se encuadra dentro del convenio de colaboración firmado entre el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y la Comunidad foral para la ejecución de proyectos con cargo a los fondos Next Generation de la Unión Europea mediante la aprobación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.
El nombre de la nueva residencia, Urederra, ha sido escogido mediante un proceso participativo: en un primer momento, la residencia, junto con las personas residentes, ha propuesto doce posibles nombres; después, la población de Estella ha podido elegir su preferido a través de la web municipal, y finalmente, entre las tres opciones más votadas, las personas residentes han elegido el nombre definitivo. En concreto, además de Urederra, los y las residentes han valorado también los nombres de Zalatambor y Sierra de Lokiz.
NUEVOS ESPACIOS
El edificio que se está rehabilitando para utilizarse como residencia fue construido en 1980 y ocupo durante muchos años un centro educativo y pasó después a ser un albergue. Las obras van a suponer la reforma integral tanto del interior como el exterior, pero se mantendrá su actual estructura general y fisionomía. Se va a instalar, además, una nueva envolvente térmica y un acabado superficial que proporcione una mejora estética y funcional.
En la zona residencial, el proyecto plantea establecer una mayoría de habitaciones individuales (un total de 61 dormitorios), aunque se ha planeado también incluir dos habitaciones dobles, una en cada planta. Se pretende recrear en cada habitación un ambiente hogareño, con mobiliario de tipo doméstico, varios tipos de iluminación y vistas al exterior desde la posición de sentado. Dispondrán los usuarios además de un sistema de llamada directo al personal sanitario, y de un baño individual accesible, ha informado el Gobierno foral.
En el exterior, la reforma incluye un invernadero y un huerto urbano, así como un circuito biosaludable con gimnasio al aire libre y un jardín de los sentidos para favorecer la estimulación sensorial y cognitiva. Asimismo, la entrada contará con escalera y rampa accesible.