Osasuna volvió a eliminar al Athletic Club en San Mamés tras un partido en el que durante la primera mitad supo imponer su dominio con balón y en la segunda logró aguantar los ataques locales.
Iñaki Williams dispuso de la primera para los de casa, que a pesar del fuerte empuje de la grada no lograron encerrar a Osasuna. Los navarros sabían jugar el balón y neutralizaron el juego bilbaíno. En este partido la gestión de la pelota por parte de los jugadores visitantes iba a ser realmente notable. Osasuna poco a poco fue creciendo en posesión y se sentían cómodos en San Mamés. Así, Budimir tuvo la primera ocasión de peligro con un remate que se marchó por encima del larguero. Más adelante, cumplida la media hora de juego, una contra navarra estuvo a punto de finalizarla Areso, pero la defensa mandó el balón a córner. En ese saque de esquina se reclamaría penalti sobre Budimir, pero el árbitro no lo entendió así.
Con un partido entretenido, un clásico copero, en dos minutos llegarían los goles de Osasuna. El primero tras un magnífico remate de Aimar Oroz a pase de Areso y el segundo tras una pena máxima, provocada por la gran presión de Areso, que forzó un error local y Budimir acabó siendo derribado dentro del área. El delantero croata puso el 0-2 en el minuto 43 silenciando a San Mamés.
Osasuna elimina, una vez más, al Athletic en San MamésParecía que se llegaría al descanso con el 0-2, pero tras una falta protestada por los jugadores de Osasuna, el Athletic la supo aprovechar y Nico Williams recortó diferencias en el tiempo de añadido, por lo que con el 1-2 se llegó al descanso.
Al paso por vestuarios fue el Athletic quien se apoderó por completo del balón, ante un equipo pamplonés que optaba por esperar atrás. Así fue el equipo local quien empezó a gozar de claras ocasiones de gol, hasta que en una entrada por banda diestra, De Marcos consiguió empatar el partido en el minuto 54. Ese gol dio todavía más alas al equipo vasco, que continuó asediando a los de Vicente Moreno, hasta que cuando más cerca parecía el 3-2, el gol que acabó llegando fue el 2-3. Para entonces el técnico osasunista dio entrada a Abel Bretones y optó por un planteamiento de 5-4-1, con Budimir como claro referente de ataque. Fue en la primera gran circulación de balón de Osasuna en la segunda parte cuando llegó el tercer tanto rojillo. Tras un primer remate de Rubén García, que el meta no logró atajar de primeras, ese rechazo lo aprovechó el delantero croata para con sutileza anotar el gol.
De nuevo los de Tajonar lideraban el partido y Vicente Moreno siguió apuntalando la defensa con la entrada de jugadores como Jorge Herrando e Iker Muñoz. Ese planteamiento defensivo forzaba a los locales a jugar a base de centros, pases filtrados, etc, donde cada balón dividido al área era una lotería. Así, en un despeje de Boyomo, el ex del Valladolid impactó con Sergio Herrera y el meta tuvo que abandonar el partido conmocionado. Quedaban diez minutos y Aitor Fernández ocupaba el marco rojillo sin apenas poder calentar.
De ahí al final, incluidos los ocho minutos de añadido, el Athletic abusó de los centros laterales y Osasuna achicaba balones como podía, esperando a que el colegiado decretase el final del partido. Ya en el 98 de juego la eliminatoria llegó a su fin y Osasuna estará en el sorteo de la próxima ronda de la Copa del Rey.