El futbolista Rafa Mir salió esta tarde de los juzgados de Llíria en libertad provisional pero investigado por un delito de agresión sexual con acceso carnal y con medidas cautelares como la retirada del pasaporte, una orden de alejamiento de 500 metros y la prohibición de contactar con las dos mujeres que le denunciaron a él y a su amigo y futbolista Pablo Jara.
Según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), ninguna de las partes personadas en el procedimiento solicitó la prisión preventiva para los arrestados.
En el caso de Mir, actualmente jugador del Valencia cedido por el Sevilla, la titular del Juzgado de Instrucción número 8 estableció también dentro de esa serie de medidas la obligación de que el jugador murciano acuda a firmar semanalmente a sede judicial y la prohibición de abandonar España.
Por su parte, Jara está investigado por un delito de agresión sexual sin acceso carnal y otro de lesiones. Igualmente tiene también una orden de alejamiento de 500 metros, la prohibición de contactar con las denunciantes y debe acudir a firmar los días 1 y 15 de cada mes, aunque podrá hacerlo en sede judicial en Murcia, donde reside.
Mir y su amigo y también futbolista Pablo Jara fueron detenidos tras presentar denuncia dos mujeres el pasado domingo. Según aseguraron las denunciantes, tras conocerse en una discoteca se trasladaron a casa del futbolista donde el jugador del Valencia habría agredido sexualmente a una de ellas, mientras que Jara, según el relato al que pudo acceder EFE de fuentes de la investigación, habría realizado tocamientos y dado un puñetazo a la otra tras negarse a tener relaciones sexuales con él.
Mir abandonó este miércoles el juzgado de Llíria en un coche conducido por su padre poco antes de las seis de la tarde y sin hacer declaraciones. Cuatro horas antes había entrado detenido tras haber pasado dos noches en el cuartel de la Guardia Civil de Patraix (València). En su comparecencia ante la jueza, reconoció que mantuvo relaciones sexuales con la denunciante pero defendió que fueron consentidas.
En el atestado policial, al que tuvieron acceso El Mundo y El Español, la mujer que denunció a Mir aseguró que le agredió sexualmente tras haberla encerrado en un baño junto a la piscina.
Además ambas mujeres denunciaron que, tras esos hechos, y después de conseguir zafarse de los futbolistas, estos les echaron de la casa en ropa interior y les tiraron el resto de sus vestimentas por encima de la valla.
Un vecino de la urbanización llamó a la Policía de Bétera al oír gritos y ver a las dos chicas desorientadas y en la calle.