Las bajas por problemas relacionados con salud mental se multiplican, también en la Comunidad Foral, según se ha puesto de manifiesto en unas jornadas de la Cámara de Comercio de Navarra en las que se ha analizado "la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas: uno de los grandes retos de nuestro tiempo".
Durante la jornada se ha incidido en el aumento de los problemas de salud mental en los trabajadores, ya que son la segunda causa de baja laboral y presentan una tendencia creciente. Además, se ha subrayado que la norma ISO 45003 ayuda a detectar los peligros psicosociales que pueden afectar a las empresas, a reducir las tasas de absentismo y a cumplir con la normativa legal en temas de salud laboral.
El presidente de la Cámara de Comercio, Javier Taberna, ha mencionado un estudio realizado por Mutua Navarra en 2023 en el que se explicaba que la incidencia de las bajas relacionadas con los problemas mentales ha aumentado un 53,26 % en respecto al año 2019.
La sesión ha contado con la participación del presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), Manuel Martín, que, entre otros aspectos, ha explicado el síndrome del desgaste profesional.
CAMBIOS EN LAS PATOLOGÍAS DE SALUD MENTAL
El psiquiatra ha explicado que se están dando cambios en las patologías y la resiliencia de la salud mental. Martín ha señalado que las enfermedades están cambiando y además de la biología y la psicología, también son fruto de factores sociales y ambientales.
La aceleración de la transición cultural, las distorsiones cognitivas masivas causadas por las redes sociales, los estilos de vida consumistas y hedónicos, la reducción de la resiliencia mental son algunos de los aspectos que están determinando el auge y aparición de enfermedades mentales distintas a las de hace unos años.
En este sentido, ha recordado que en 2023 se dieron en España 600.814 bajas laborales por trastornos psiquiátricos, con una duración media de 111 días y que este problema de salud se convierte también en un "problema que compromete la viabilidad de la empresa".
Para Martín, el síndrome burnout no es una enfermedad, es un factor de riesgo que predispone a la ansiedad o la depresión. "Es el resultado de un estrés crónico en el trabajo que no ha sido gestionado correctamente", ha dicho. Este síndrome es un proceso gradual en el que el trabajador pasa de una situación inicial de entusiasmo por el trabajo que va a realizar para pasar por una situación de estancamiento, frustración y, al final, de apatía. También el psiquiatra ha señalado que se da más en gente más joven.
Por último, el psiquiatra también ha diferenciado en el mobing y el síndrome burnout. El primero parte de un comportamiento activo de alguien, de decisiones de personas hacia una víctima elegida y al final provoca una desmotivación personal y luego laboral. Sin embargo, el síndrome burnout parte de un comportamiento pasivo de la institución, la alta implicación de la víctima no es designada por nadie y la desmotivación laboral desemboca en una desmotivación personal.
NECESIDAD DE TRANSFORMAR LOS ENTORNOS LABORALES
Esta situación provoca problemas físicos como migrañas, dolores corporales o fatiga; problemas psíquicos como frustración, ansiedad o irritabilidad y problemas en la organización como una disminución del rendimiento, absentismo o abandonos. Para restaurar el equilibrio, Martín subraya la importancia de "una gran transformación en la empresa, más que de cambio".
"Hay que pensar en nuevos entornos laborales porque las personas y sus necesidades son diferentes que hace 40 años", ha concluido.