Derrota de Osasuna en su visita al Girona en un discreto partido de los navarros. Ambos conjuntos ofrecieron un partido muy táctico, pero a los de Pamplona les faltó pegada ofensiva y cuando Arrasate buscó arriesgar en la segunda parte, el equipo local consiguió sentenciar el partido.
A los dos minutos de juego Ante Budimir protagonizó dos acciones dentro del área. En la primera reclamó penalti tras ser derribado en un balón dividido pero el colegiado no lo interpretó como tal. Después recuperó un balón en la frontal y tras irse de dos defensores no logró finalizar. Esas serían las acciones más peligrosas de los navarros en el tramo inicial del partido, pues después fueron los locales quienes se adueñaron de la contienda. El Girona acumulaba la posesión ante un Osasuna que esperaba en bloque bajo, para cerrar espacios interiores y tratar de salir con velocidad por los costados. De hecho, Jesús Areso contó con una buena transición que logró acabar en centro, pero la defensa despejó cuando Budimir esperaba para rematar.
Por parte de los locales, el Girona jugaba sin prisas y acabó encontrando un espacio en la telaraña defensiva rojilla, llegando el gol a los 12 minutos de juego. Fue en la primera llegada de cierto peligro del equipo local, que antes había visto cómo se le anulaba un gol por fuera de juego tras un grave error de Sergio Herrera. El autor del 1-0 fue Portu, que se impuso con un desmarque a los centrales y batio a Herrera con un golpeo cruzado.
A partir del gol Osasuna empezó a ganar en posesión, pero las defensas siempre se imponían a las delanteras. Ambos equipos ofrecían un partido muy táctico, sin dar grandes opciones al rival. A la media hora de juego Mojica contó con un remate lejano que se marchó fuera rozando el poste. También Jon Moncayola buscó marcar desde la frontal, en este caso con un remate con rosca ajustado al palo, pero la pelota se fue fuera por escasos centímetros. Los de Pamplona llegaban y contaban con varios saques de esquina, pero la defensa los despejaba todos. Sin grandes ocasiones se llegó al descanso.
Al paso por vestuarios el Girona entró con una velocidad más, buscando posiblemente un gol que significaría la sentencia. En el 52 de partido un centro lateral no lo pudo aprovechar nadie en el segundo palo. Osasuna trataba de acumular llegadas, pero seguía falto de finalización. Su juego se basaba en los carriles, pero aunque estos lograsen centrar, los defensas no daban opción a los rematadores del cuadro navarro.
Los cambios de Arrasate llegaron en la recta final del partido. El técnico rojillo introdujo gente de refresco en la medular. Moi Gómez sustituyó a Lucas Torró con la intención de darle más profundidad al equipo, aunque eso también le restaba equilibrio defensivo, por lo que el partido por momentos se rompía y se veían jugadas de ida y vuelta.Raúl García también fue otro de los que entró desde el banquillo, sustituyendo a Rubén García. El partido entraba así en los últimos diez minutos y Stuani dispuso de un mano a mano con Herrera tras no haber aparentemente fuera de juego. El delantero local, recién entrado al terreno de juego, no supo mantener la calma y mandó el balón a las nubes ante la salida del meta osasunista. Poco después, en el minuto 84 le fue anulado un gol a Savinho y en la contra rojilla otra transición de Areso estuvo muy cerca de rematar Budimir. Pero quien acabaría por anotar sería Savinho dos minutos después, logrando el 2-0 tras una buena triangulación.
Justo Arrasate tenía preparado un doble cambio para dar entrada a Pablo Ibáñez por Areso y a José Arnaiz por Budimir. Dos cambios que no tuvieron ni tiempo ni afección en el resultado. De esta manera cayó Osasuna en su visita al Girona, ofreciendo un partido discreto sin capacidad de pegada ofensiva.