David Raya lleva tatuada en el cuello una fecha, 13/08/21, el día que culminó su camino desde que apostó por abandonar España siendo un niño de 16 años y se produjo su debut en la élite, en un partido de la Premier ganado con el Brentford a su actual club, el Arsenal. Cosas del destino, en el que no tiene tanta creencia como en la ley de la atracción.
El cuerpo del meta internacional tiene recuerdos eternos en forma de tinta en su piel. La fecha de un estreno inolvidable, nombres de abuelos y padres, capítulos imborrables con amigos. Su vida tatuada con el deseo de añadir este verano una Eurocopa. Uno de los anhelos que aparecen en la ley de la atracción de la que el portero es fiel creyente.
Acababa de firmar un gran debut en una fase final ante Albania. Estuvo en el Mundial 2022, pero no recibió minutos del primer seleccionador que apostó por él, Luis Enrique, con el aval, además de su agilidad bajo palos, de su buen juego de pies.
En la tercera jornada de la Eurocopa 2024, cuando Luis de la Fuente dio paso a la 'segunda unidad', fue el elegido para completar un registro histórico que inició Unai Simón frente a Croacia e Italia. Dejó la portería a cero y, por primera vez, la Roja cerró una fase de grupos de un gran campeonato sin encajar un solo tanto. Dejó cuatro paradas, tres llamativas, una con un vuelo que recordó al 'Gato' Miguel Ángel y su brillante intervención ante Austria en el Mundial de 1978.
Su creencia
Su éxito ya lo había visualizado por una creencia pseudocientífica. La ley de la atracción. El poder de la mente a través de los pensamientos que influyen sobre las vidas de cualquier persona. La importancia de tener retos que conseguir en el camino, visualizarte previamente consiguiéndolos, sentir que los mereces. La energía que emana ese perfil de persona que recibe de vuelta lo que proyecta.
«Soy muy creyente en la ley de la atracción y llevo pensando muchos años que iba a poder estar en la selección», aseguró el pasado lunes tras ser uno de los grandes protagonistas del pleno de triunfos de España. «Soy una persona muy creyente, que cree que el trabajo da sus frutos y he tenido que trabajar mucho para poder estar aquí. Es un sueño, pero con un pensamiento positivo todo puede pasar», añadió un meta que ya es el segundo tras Unai Simón.