El balneario de Fitero reabrió el pasado 1 de julio sus puertas después de haber permanecido cerrado desde el inicio de la pandemia de Covid-19, en marzo de 2020. El balneario ha aprovechado este paron para redefinir su estrategia y sus servicios y remodelar sus instalaciones, para lo que ha invertido cerca de 1 millón de euros.

El balneario ha querido de esta forma "reinventarse para seguir siendo un lugar de referencia en tratamientos termales y atraer a nuevos públicos, sobre todo jóvenes y familias, que hasta ahora no eran asiduos de este tipo de alternativas de ocio".

Entre las reformas que se han realizado en las instalaciones destacan la remodelación de la cafetería en la que, como novedad, se podrán degustar raciones y pinchos y una pequeña carta diseñada por Maher Cooks. "Además de mejorar nuestra oferta gastronómica, estos cambios se han introducido con el objetivo de satisfacer la demanda de los clientes de día, una nueva modalidad de estancia sin pernoctar que hemos introducido este año", ha señalado Carmen Azpilicueta, directora comercial del Balneario. Asimismo, se ha reformado el comedor para ofrecer doble turno de comidas con buffet asistido.