Han pasado 25 días desde las elecciones del 23-J y el nuevo curso político calienta motores para echar a andar el próximo jueves con la constitución de las Cortes Generales. El Senado de la XV Legislatura se constituye esta jornada y el PP se prepara para hacer valer una mayoría absoluta de hasta 143 senadores que le permitirán tener la Presidencia de la Cámara, controlar la Mesa del Senado y, por tanto, condicionar la tramitación de las leyes que lleguen del Congreso, pudiendo dilatarlas, modificarlas e incluso vetarlas.
En Génova tienen claro que la mayoría reforzada que suponen sus 143 representantes, de los 266 que componen la Cámara Alta, representa una salvaguarda que configurará cada ley o gran decisión que, como es preceptivo, también debe pasar por ese hemiciclo.
Recuerdan en este sentido que, aunque socialmente es vista como una institución «menor», lo cierto es que allí se tomaron algunas de las grandes decisiones que han marcado las últimas legislaturas, como la intervención del Estado en Cataluña, enarbolando el artículo 155 de la Constitución.
La sesión comenzará a las 10 horas y seguirá el orden del día habitual: apertura, organización de una mesa de edad, votaciones para elegir a la nueva Mesa y toma de posesión de los senadores, algo que suele generar polémica por la fórmula que utilizan algunos de ellos para jurar o prometer el cargo.
En esta primera decisión, los populares harán valer su posición dominante para quedarse con la Presidencia, aunque por el momento se desconoce el nombre que propondrán para la votación del jueves. Algunos medios, no obstante, ya avanzaron que será una mujer.
Entre los senadores que tiene el PP en la nueva legislatura, elegidos el 23-J y por designación autonómica, destacan nombres como el del vicesecretario de Coordinación Autonómica, Pedro Rollán - que fue el senador más votado- o la expresidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, además de la expresidenta del Congreso, Luisa Fernández Rudi y también el exlíder del PP andaluz, Javier Arenas, entre otros.
En cualquier caso, tendrá que ser la dirección del partido la que decida el nombre de la persona que ocupe la Presidencia del Senado, que supone ser la cuarta institución del Estado. Con sus 143 escaños, los populares tienen asegurados otros tres puestos más en la Mesa de la Cámara Baja (una Vicepresidencia y dos Secretarías), por lo que unido a la Presidencia, contará con una mayoría absoluta holgada en este órgano de dirección.
Dilatar normas
La importancia política de este hemiciclo ha sido siempre relativa. No interviene en la elección del presidente del Gobierno y no es decisivo en la elaboración de las leyes, pero sí que puede dilatar y vetar las normas que le lleguen del Congreso.
Cuando una ley es aprobada en la Cámara Baja, se remite al Senado para ser validada, modificada o vetada. Con su mayoría, el PP podrá poner en un brete a un hipotético Ejecutivo de Pedro Sánchez, dado que podrán retrasar la tramitación de leyes. Y si rechazan una ley, obligará al Gobierno a una mayoría absoluta de síes en el Congreso para levantar ese veto.
Además, tendrá más cupo para registrar preguntas al Gobierno en las sesiones de control, al tiempo que podrá reprobar a los ministros de Sánchez con su mayoría absoluta, un mecanismo parlamentario que los grupos de la oposición utilizan sobre todo en el Congreso.
Pero una de las principales bazas del PP, si Sánchez gobierna, será poder abrir comisiones de investigación, gracias a la mayoría con la que contará en la Mesa de la Cámara. En la pasada legislatura, el PP no disponía de ese poder y, por ejemplo, la mayoría que tenían PSOE y PNV bloqueó una comisión sobre presuntas irregularidades del PSPV en el marco del caso Azud.