Guerra multifrente en Israel

Agencias
-

Los hutíes prometen escalar las hostilidades tras la muerte de seis personas en Yemen por un ataque del Ejército hebreo, que sigue luchando contra Hamás en Gaza y los chiitas del Líbano

Un joven contempla varios murales sobre la contienda en la capital yemení de Saná. - Foto: Yahya Arhab (EFE)

A la ya frágil situación en Oriente Próximo por la guerra en Gaza, se siguen sumando nuevos choques que amagan con dinamitar aún más la región. Ahora, además de la lucha que Israel mantiene contra las milicias de Hamás en la Franja y el cruce de fuego con Hizbulá en el Líbano, el Ejército hebreo se enfrenta a otra amenaza: los hutíes, que ayer prometieron elevar sus operaciones contra el Estado judío como represalia por el bombardeo del sábado contra el Yemen, que dejó al menos seis muertos y 83 heridos.

Lejos de amedrentarles, el líder de los insurgentes, Abdelmalek al Huti, aseveró que la agresión no les impedirá seguir adelante con su ofensiva. Es más, les incentiva a «una mayor escalada», señaló, añadiendo que están «contentos con la confrontación directa» con Israel.

Poco antes de su discurso, el portavoz principal de los hutíes, Mohamed Abdulsalam, avisó que el bombardeo contra la ciudad yemení de Hodeida, que continúa envuelta en humo y llamas, certifica que abandonarán todas las «líneas rojas» en una respuesta que ya habría empezado. En este sentido, Israel interceptó durante la jornada un misil lanzado por los rebeldes contra el sur del país que no provocó daños. Esto se produce después de que las milicias lanzaran el viernes decenas de misiles y drones de fabricación iraní en un ataque sin precedentes contra Tel Aviv, que consiguió esquivar todas las medidas de seguridad y provocó la muerte de un civil israelí.

«Declaramos con este ataque el comienzo de la quinta fase de la escalada», avisó el líder de los chiitas.

Mientras, Arabia Saudí, que capitanea una coalición militar en el Yemen contra los hutíes, expresó su «gran preocupación» por los últimos acontecimientos al creer que «duplica la tensión» en Oriente Próximo, e instó a que «todas las partes ejerzan máxima moderación».

No obstante, tampoco Israel parece dispuesto a quitar el pie del acelerador. El ministro de Exteriores, Israel Katz, pidió un frente global contra la amenaza que, en su opinión, proviene de Irán.

Netanyahu, en EEUU

Sus palabras siguen la línea escenificada por el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, quien también exigió a la comunidad internacional «incrementar sus esfuerzos para frenar la agresión» de Teherán. «Al igual que Hamás e Hizbulá, los hutíes son una parte integral del eje del mal de Irán», aseveró.

El premier israelí viaja hoy a Washington, donde se reunirá con el presidente de EEUU, Joe Biden, en un momento en el que arrecia la presión para firmar un acuerdo de alto el fuego. Precisamente, ayer anunció el envío de una nueva delegación para continuar las negociaciones de una tregua en Gaza.

Allí, las autoridades denunciaron 63 bombardeos en siete días contra el campo de Nuseirat, en el centro del enclave. El Ejército, que insiste en que sus acciones se llevan a cabo para erradicar a Hamás, aseguró haber «eliminado» a 150 milicianos en la última semana.

Más allá de la Franja, otro de los «brazos» de Irán que preocupa a Israel es Hizbulá, la milicia chiita libanesa que en los últimos dos días ha lanzado más de 120 cohetes contra territorio judío.