El departamento de Interior, Función Pública y Justicia del Gobierno de Navarra ha convocado este miércoles la reunión anual previa para actualizar el estado de las medidas preventivas contenidas en el Plan de Emergencia por Nevadas en la Comunidad foral, en la que han participado los servicios públicos que intervienen en la gestión de las situaciones de emergencia relacionadas con la presencia de nieve en Navarra. Este plan se activa cuando la previsión de AEMET incluye una cota de nieve inferior a 500 metros y espesores de 10 centímetros o cuando activa la alerta roja por nieve.
El Plan de Emergencia por Nevadas en la Comunidad foral es un anexo del Plan Territorial de Protección Civil de Navarra (Platena) cuyo objetivo es "garantizar el mantenimiento de los servicios esenciales básicos ante episodios de grandes nevadas, así como minimizar la afección de las nevadas en la vida cotidiana de los ciudadanos de la Comunidad foral".
Se activa, en situación de pre emergencia, cuando la previsión meteorológica de AEMET incluye una cota de nieve inferior a 500 metros y espesores de nieve de 10 centímetros o cuando activa la alerta roja por nieve, y en función de la evolución del episodio, el nivel de alerta va subiendo.
El Plan de Emergencia por Nevadas en la Comunidad foral incluye medidas adicionales al Plan de Vialidad Invernal, pensado para afrontar las necesidades ordinarias del tráfico durante el invierno. Entre estas medidas, cabe señalar la revisión de infraestructuras; el chequeo de los planes municipales de autoprotección, incluyendo los medios propios para la retirada de nieve de la calzada y las zonas peatonales, los estocajes de fundentes, los sistemas de localización y comunicación con el Gobierno de Navarra, los refugios para personas sin techo y el chequeo de los medios propios del Gobierno de Navarra y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.
Han asistido al encuentro el director general de Interior, Salvador Díez; el director general de Obras Públicas, Pedro López; y representantes del Servicio de Emergencias, Prevención y Protección Civil; el servicio de Tráfico; el Servicio de Bomberos de Navarra; la Policía Foral; el departamento de Salud; el departamento de Cohesión Territorial y la Guardia Civil.
PRESENCIA DE NIEVE
La presencia de la nieve durante el invierno es habitual en muchas zonas de Navarra. En ellas, la ciudadanía está habituada a convivir con la nieve, conoce sus ventajas e inconvenientes y está acostumbrada a adaptar su forma de vida a su presencia.
En otras zonas, sin embargo, la presencia de nieve no es tan frecuente y la ciudadanía no está habituada a convivir con ella. Especialmente en estas zonas es importante recordar que la nieve ralentiza todas las actividades, los desplazamientos son más lentos e incluso a veces no aconsejables, los servicios públicos no se pueden prestar de igual manera y hay ciertas actividades que no se pueden realizar. Por ello, hay que asumir que no se puede vivir igual ante la presencia de nieve que sin ella y la ciudadanía debe aceptar que cuando se produce una nevada significativa debe modificar sus hábitos, de manera puntual, para adaptarse a esta situación.
RECOMENDACIONES ANTES DE LA LLEGADA DEL INVIERNO
Según la zona geográfica, se recomienda almacenar alimentos y combustible en cantidades suficientes para un período de aislamiento, como mínimo, de una semana. Preparar un botiquín de primeros auxilios, incluyendo aquellos medicamentos que se usen con frecuencia por los miembros de la unidad familiar.
También, proveerse de ropa adecuada; revisar los puntos de la vivienda por donde hay contacto con el exterior: cierres de ventanas, puertas, etc.; revisar tejados y bajadas de agua. Las calefacciones con circuito cerrado deberán estar provistas de anticongelante en caso de presentarse nevadas intensas u olas de frío.
Se aconseja prestar atención a las emisoras de radio y TV para obtener información de AEMET o de Protección Civil; disponer de medios alternativos para recibir información y para garantizar la iluminación, como por ejemplo radio y linternas con pilas suficientes.
Si se va a salir al exterior, llevar varias prendas ligeras y cálidas superpuestas, mejor que una sola prenda de tejido grueso, evitar las prendas ajustadas, permitir que el aire circule y actúe como aislante y protegerse el rostro, la cabeza y las manos. No es conveniente que salgan a la calle las personas de edad avanzada y los niños.
En caso de ventisca, se produce la combinación de aire frío, nevadas y fuertes vientos que reducen la visibilidad, por lo que es preferible evitar las salidas o desplazamientos. No hay que realizar ejercicio físico excesivo.
También, tomar precauciones para evitar el envenenamiento producido por el monóxido de carbono (CO) de braseros, y disponer de un extintor ante la posibilidad de incendio. Ante heladas intensas, mantener un grifo ligeramente abierto a fin de evitar la rotura de tuberías por congelación del agua.
RECOMENDACIONES PARA AUTOMOVILISTAS
Si es imprescindible viajar, se recomienda no hacerlo en solitario. Llevar en el vehículo radio, cadenas, pala, cuerda, una linterna, ropa de abrigo, teléfono móvil, una manta y alimentos ricos en calorías. Antes de salir revisar los frenos, neumáticos y sistemas de alumbrado y reponer el líquido anticongelante.
Asimismo, llevar el depósito de combustible lleno; informarse de las inclemencias y del estado de las carreteras; y evitar conducir de noche ya que los peligros son más difíciles de detectar.
Si el temporal sorprende dentro del coche y lejos de un pueblo o lugar de refugio, se aconseja permanecer dentro de él. El coche resguardará de la ventisca y los neumáticos aislarán de los rayos. Si se mantiene el coche en marcha con la calefacción puesta, hay que abrir un poco una ventanilla para que circule el aire y evitar posibles intoxicaciones. Y no dormirse con el motor en marcha. Mantener libre de nieve y desbloqueado el tubo de escape. Poner las cadenas al vehículo en presencia de hielo o nieve dura.
Se aconseja utilizar ruedas de invierno durante toda la estación, así como conducir despacio, con suavidad y a una marcha reducida, sin hacer cambios bruscos de dirección. Si se entra en una zona de hielo, no pisar el freno. Dejar que el vehículo cruce por su propia inercia.