Las últimas precipitaciones y el deshielo de las nevadas han propiciado que la reserva de agua en el embalse de Yesa haya aumentado considerablemente, haciendo que en estos momentos roce el 94% de su capacidad.
Se trata de una situación, la actual, que contrasta con la que se vivía en abril del año pasado, pues el embalse apenas superaba el 55%. Más atrás, en diciembre de 2022, Yesa contaba con tan solo 93 hectómetros cúbicos de agua acumulada, lo que planteaba un escenario crítico con una capacidad que apenas sobrepasada el 20%. Entonces, la reserva de la Comunidad foral se situaba muy por debajo de la mitad de su capacidad, dato que contrasta mucho con el actual, que se fija en algo más del 85%.
Es así que en este mes de febrero de 2024 se puede confirmar que los embalses navarros se encuentran en una muy buena situación. En términos de acumulación, después del de Yesa se encuentra Alloz con 53 hectómetros cúbicos de agua, que sitúa su tasa de capacidad por encima del 80%. Tras él se encuentra el de Itoiz, que supera el 79% de su capacidad. También el embalse de Eugi está por encima del 76%.