La política proteccionista emprendida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a su llegada a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, ha cambiado el orden económico mundial con la imposición de aranceles. La mayoría de los gravámenes están ahora en una pausa de 90 días en la que el mandatario está aprovechando para negociar las nuevas condiciones con EEUU.
Trump aseguró ayer que espera cerrar «en tres o cuatro semanas» acuerdos comerciales con los países que han expresado su interés en lograr una rebaja de los aranceles, con la excepción de China, con la que insistió que, pese a negarlo Pekín, hubo contactos, y añadió que el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, le ha telefoneado.
«Ha llamado y no creo que sea una señal de debilidad por su parte», desveló sin ofrecer más detalles en una extensa entrevista con la revista Time para abordar los 100 primeros días de su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, en la que presumió de que el país está ingresando «miles de millones de dólares en aranceles».
«En tres meses, estamos recibiendo miles y miles de millones de dólares de otros países que nunca antes habíamos tenido. Y eso es solo el comienzo», sostuvo.
En este escenario, señaló que espera haber terminado «en las próximas tres o cuatro semanas». «Yo habré terminado. Ahora bien, algunos países podrían volver y solicitar un ajuste, y lo analizaré», explicó, advirtiendo que consideraría una «victoria total» si dentro de un año se mantienen aranceles altos, ya sean del 20%, 30% o incluso 50%, sobre las importaciones extranjeras.
Cambios simbólicos
Mientras, Apple avanzó ayer que planea trasladar el próximo año de China a la India el ensamblaje de los iPhones destinados a la venta en EEUU ante la guerra comercial con el gigante asiático, según Financial Times.
De este modo, el gigante de Cupertino tiene el objetivo de abastecerse desde la India para finales de 2026 de la totalidad de los más de 60 millones de iPhones que se venden anualmente en Estados Unidos.
China, donde Apple fabrica la mayoría de sus móviles a través de terceros como Foxconn, ha estado sujeta a los aranceles más agresivos por parte del presidente estadounidense, lo que llegó a reducir el valor de mercado de la compañía en 700.000 millones de dólares.
Por su parte, el gobierno de Xi Jinping informó que está considerando suspender el arancel del 125% sobre algunas importaciones procedentes de EEUU ante el impacto sobre ciertos sectores de los costes de la guerra comercial.
De este modo, Pekín eliminaría los gravámenes adicionales para equipos médicos y algunos productos químicos industriales, así como también para el arrendamiento de aviones norteamericanos.
En cualquier caso, advirtió de que la lista de exenciones aún está en proceso de cambio y es posible que finalmente las negociaciones no avancen por esta vía.