Llega octubre y con ello la maduración de la nuez. Es el momento en el que Carlos se apresura en recogerlas de sus 3.000 árboles en Riezu, porque no tiene mucho tiempo. Además, lo hace por primera vez con mascarillas. ¿Quién no tiene esa imágen de gente apaleando los nogales para hacer caer el fruto? Por suerte el sistema se ha industrializado.
Fueron los primeros en poner nogales en Navarra hace 25 años y ya cuentan con 13 hectáreas. Una alternativa rentable al cultivo de cereal o viña. Una vez en casa, hay que procesar la nuez. Después de secas llega el último proceso, su clasificación y etiquetado con el sello de calidad.
No somos los únicos que comemos nueces de Navarra, porque Carlos envía cada año entorno a 800kg al zoo de Santillana del Mar con el que colabora.