Navarra ha desarrollado un proyecto piloto que permite el silvopastoreo por medio de vallados virtuales y el manejo de vacuno pirenaico desde dispositivos digitales –como tablets o teléfonos móviles- con el triple objetivo de "facilitar tecnología que favorezca la ganadería extensiva, mejorar la calidad de vida o la productividad de las explotaciones, y recudir el riesgo de incendios forestales".
El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno foral, José Mª Aierdi, ha acudido este jueves a una zona de monte de Olóriz para presentar este proyecto piloto y testarlo in situ, junto con los propios agentes ganaderos del municipio, en una demostración práctica sobre cómo funcionan este sistema de vallado virtual y sus aplicaciones, probado con ganado vacuno de raza autóctona pirenaica.
En la presentación del proyecto, el consejero Aierdi ha destacado que "debemos de ser capaces de poner el desarrollo tecnológico al servicio del pastoreo tradicional y sostenible, un factor clave en nuestra apuesta por la ganadería extensiva, por el producto agroalimentario local y de calidad, por la competitividad y calidad de vida de las personas productoras y, en definitiva, por la reactivación de un mundo rural vivo".
Un vallado virtual para evitar incendios - Foto: NATV"Esta aplicación facilita, además, el mantenimiento de las zonas de pasto naturalizadas de difícil acceso para el ganado en las zonas rurales y prevenir así la propagación de incendios al reducir la masa vegetal combustible", ha añadido Aierdi.
EN COLABORACIÓN CON EL SECTOR GANADERO LOCAL
El proyecto denominado 'Desarrollo y evaluación de un modelo de pastoreo sostenible en los pastos comunales de Navarra', cuyo desarrollo se inició el pasado verano con financiación de la Dirección General de Desarrollo Rural y los fondos europeos FEADER, ha sido coordinado por los equipos técnicos de la sociedad pública INTIA, en colaboración también con la asociación de criadores de ganado vacuno pirenaico de Navarra (ASPINA) y el Ayuntamiento de Olóriz.
Un vallado virtual para evitar incendios - Foto: NATVEl proyecto en marcha, en el que "colabora activamente el sector ganadero del municipio", pretende "explorar de una forma demostrativa, en condiciones reales, tanto el potencial como las limitaciones que pueden tener estas tecnologías innovadoras, para ayudar a superar los principales retos del sector en la implementación de un pastoreo sostenible con fines ambientales".
Las entidades participantes plantean "proporcionar un modelo de gestión sostenible que permita facilitar la práctica de la ganadería extensiva, mejorar la calidad de vida de las personas ganaderas y su rentabilidad, así como minimizar el riesgo de incendios y preservar la calidad ecológica de los prados y montes comunales de Navarra".
A su vez, se busca "ofrecer soluciones basadas en herramientas tecnológicas innovadoras para la gestión del ganado en pastoreo, en concreto, con una evaluación del funcionamiento de los vallados virtuales".
En las últimas décadas, "el abandono de los usos tradicionales del monte está provocando importantes cambios en el paisaje, siendo una de sus principales consecuencias su homogeneización generalizada". Este hecho "conlleva, entre otros, una pérdida de biodiversidad y una elevada acumulación de combustible vegetal con el consecuente incremento del riesgo de incendios forestales".
NUEVA LÍNEA DE AYUDAS PARA COLLARES VIRTUALES
Paralelamente al desarrollo de este proyecto, la Dirección General de Agricultura y Ganadería ha activado, por primera vez, una línea de ayudas para la compra de collares virtuales para el ganado, de tal manera que los ganaderos interesados puedan empezar a testar este sistema.
En concreto, la convocatoria de ayudas publicada ya en el BON, está dotada de 200.000 euros y va dirigida al ganado bovino en régimen extensivo. Para acceder a la subvención es requisito contar con al menos 10 animales de más de 18 meses y el importe total por explotación será de hasta 15.000 euros. Las personas interesadas pueden presentar las solicitudes hasta el 25 de julio.
El vallado virtual es una tecnología en la que a través de un dispositivo que se le coloca al animal, a modo de un cencerro, y una aplicación de software (app) permite la generación de recintos delimitados virtualmente desde el smartphone o el portátil del ganadero, en tiempo real.
Cuando el herbívoro sobrepasa el límite de estos recintos recibe una señal disuasoria, primero sonora, que "aumenta progresivamente siempre que el animal siga avanzando fuera del límite y, si continúa, recibe un ligero pulso eléctrico, todo ello con el objeto de hacerle retroceder". Estos estímulos cesan si el animal regresa dentro del vallado o si se escapa del mismo.
El ganadero recibe en su móvil información continua sobre la localización de sus animales y alertas de escapes. El vallado virtual funciona mediante cobertura satelital, mientras que la información llega al smartphone del ganadero mediante cobertura móvil.
Los principales beneficios que se le atribuyen a esta tecnología consisten en "el ahorro en vallados físicos, la reducción de la mano de obra y el aumento de la eficiencia al incrementar la vigilancia de los animales".
Es, además, "una tecnología muy flexible, que permite delimitar y aprovechar áreas que, por ejemplo, no pueden ser valladas físicamente, facilitando la gestión del pastoreo tanto en sistemas rotacionales como en manejos más extensivos".
GESTIÓN DE PAISAJES Y HÁBITATS ECOLÓGICOS
En palabras de Vicente Ferrer, técnico de INTIA, "este sistema puede ser una herramienta de gran ayuda en la gestión de paisajes, de áreas protegidas, de hábitats de alto valor ecológico, para la reducción del combustible vegetal mediante el manejo dirigido del ganado y, por tanto, en la prevención de incendios".
Raúl León, alcalde de Olóriz, ha considerado que para el municipio "es interesante poner en común este tipo de prácticas ganaderas y herramientas tecnológicas que tengan como objetivo contribuir a la prevención de incendios forestales mediante el control de la biomasa combustible".
A ello hay que añadir que este proyecto "pretende facilitar una gestión dirigida del territorio para lograr paisajes abiertos en mosaico, la conservación de la biodiversidad incluida la de las razas ganaderas autóctonas, la regulación del cambio climático a través del secuestro de carbono, la producción de productos locales de calidad o el mantenimiento de la fertilidad del suelo". En definitiva, "los llamados servicios ecosistémicos o beneficios que los ecosistemas procuran a la sociedad".
"Las razas autóctonas de ganado están haciendo esta labor desde hace siglos y son el fruto de la selección de los animales que mejor se han ido adaptando al medio en un territorio determinado", ha puntado Patxi Aranguren, de la asociación ASPINA, que ha añadido que la raza autóctona pirenaica "es una de la más antiguas y que, al estar totalmente adaptada al entorno, garantiza un mayor aprovechamiento de los recursos medioambientales".