Dos graduadas en Bioquímica de la Universidad de Navarra han obtenido plaza en el examen BIR (Biólogo Interno Residente). Se trata de la estellesa Sonia Irisarri Vega, que ha logrado el puesto 16, y la pamplonesa Cristina Arricibita Aspurz, que ha quedado en el 52. Las navarras han conseguido una de las 65 plazas que se ofertaban este año para hospitales de toda España y a las que aspiraban 1.071 estudiantes.
"Cuando el ministerio publicó las respuestas y me corregí el examen, no me lo podía creer. Y hasta que no salieron las listas provisionales no me lo creí del todo", recuerda Sonia Irisarri. "Sentí alegría y alivio al mismo tiempo, y pensé: 'ya está, todo el esfuerzo ha merecido la pena'. La verdad es que dedicarme a esto era mi sueño desde que empecé la carrera y por fin se había cumplido", destaca.
La bioquímica navarra asegura que se trata de un examen muy exigente: "Tienes que hacerlo casi perfecto". De hecho, era la tercera convocatoria a la que se presentaba. "Después de los exámenes anteriores paraba un par de meses y retomaba el estudio poco a poco y a partir de septiembre le dedicaba unas 10-12 horas diarias. El cansancio se va notando de un año a otro y hay muchos días de bajones, otros que estás a tope. Siempre lo defino como una montaña rusa emocional", afirma la estellesa.
ELEGIR ENTRE CUATRO ESPECIALIDADES
En total, las 65 plazas ofertadas se distribuyen en cuatro especialidades: Análisis clínicos, Bioquímica clínica, Inmunología y Microbiología. Sonia todavía no tiene claro qué elegirá: "Me gustan todas las especialidades, cada día me tira más una. Durante estos meses quiero informarme bien para tomar la mejor decisión. En cuanto al destino, me gustaría quedarme cerca de Navarra, pero priorizaré una buena formación en un hospital que me transmita buenas sensaciones", asegura.
La pamplonesa Cristina Arricibita se presentaba a la prueba por segunda vez. "Es una oposición muy difícil a la cual he dedicado todo mi tiempo. Supone un proceso duro, en el que se pasa incertidumbre, nervios y miedo, pero es algo normal que hay que intentar relativizar", destaca. Cristina tenía a favor que le gustaba mucho el temario de la oposición y no le costaba en exceso ponerse a estudiar: "También lo disfrutaba". Además, reconoce que después de tanto trabajo, "al ver tu nombre en las listas y ver que has obtenido la plaza, la alegría y satisfacción son enormes".
Respecto a la elección de la plaza, se plantea varias opciones: "Me gusta mucho la Microbiología y me atrae la idea de hacerla en Pamplona en la Clínica. Pero la verdad es que no me cierro a otras alternativas ya que afronto esta nueva etapa con muchas ganas e ilusión".