Estas son las preocupaciones de los mayores de 65 años

Navarra Televisión
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La vivienda, la soledad no deseada o la accesibilidad son algunas de las necesidades e inquietudes de los mayores de Pamplona y que centrarán el I Plan de la Persona Mayor

Una persona mayor caminando - Foto: ARCHIVO

El Ayuntamiento de Pamplona ha impulsado un diagnóstico sobre las necesidades e inquietudes de las personas mayores de 65 años que sitúa la vivienda, la soledad no deseada o la accesibilidad como principales retos, y que será el punto de partida para crear el I Plan de la Persona Mayor.

Según ha informado este lunes en rueda de prensa la concejala delegada de Igualdad, Acción Comunitaria, Barrios, Participación Ciudadana y Euskera del Consistorio pamplonés, Zaloa Basabe, la sociedad está "cada vez más envejecida" y las personas mayores de 65 años representan el 23% de la población de Pamplona. "Un envejecimiento que además tiene cara de mujer, porque de este porcentaje, el 60%, es decir, bastante más de la mitad, son mujeres", ha dicho.

Las conclusiones de este diagnóstico, que supone un primer documento de trabajo, fueron presentadas la semana pasada en la sesión del Consejo Municipal de las Personas Mayores, en Civivox Condestable. A partir de aquella reunión se abre un proceso de recogida de proposiciones dirigido a los integrantes del Consejo. Esas aportaciones se valorarán desde el plano técnico y, en su caso, se incorporarán al diagnóstico final que será la base del I Plan.

La previsión es que el diagnóstico esté completado "en los próximos meses" y que los trabajos del Plan concluyan para otoño. El próximo paso en este proceso será en febrero, cuando se realizará una presentación pública a la ciudadanía de las bases del diagnóstico en unas jornadas.

RESULTADOS DEL DIAGNÓSTICO

El de las personas mayores de 65 años es un sector de población con renta neta media por persona de 20.372 euros, pero con una tasa de riesgo de pobreza del 13.5, muy diferente entre hombres (9.5) y mujeres (16.3). El nivel educativo mayoritario, con el 37%, es el Bachillerato Elemental - Graduado Escolar (EGB), seguido por Enseñanza Primaria Incompleta, con un 16,83%, y personas con estudios universitarios (diplomados, universidad arquitectura-ingeniería técnica, doctorado...), en torno al 20%.

Asimismo, el diagnostico indica que el barrio en el que más se ha incrementado el índice de vejez respecto a 2020, en un 7%, es Azpilagaña. El documento recoge que el 25,3% de las personas mayores de 65 años viven solas, y en el 33,6% de los casos son dos las personas que conviven.

En cuanto a la diversidad, el 3,36% de la población mayor, 1.629 personas, es extranjera: un 52%% procede de otros países de Europa, seguido de un 38% de América, un 6% de África y un 4% de Asia. Los países con mayor presencia son Bulgaria, Colombia y Ecuador.

El diagnóstico se ha centrado en el análisis de ocho parámetros: Espacios al aire libre y edificios, Transporte, Vivienda, Respeto e inclusión social, Participación social, Servicios sociales y salud, Empleo y voluntariado, Comunicación e información.

NECESIDADES MÁS DESTACADAS POR BARRIOS

Por barrios, en Azpilagaña se valora positivamente la implantación de la receta deportivo-social e iniciativas de voluntariado, si bien se recoge "cierto deterioro del barrio, averías frecuentes en escaleras eléctricas y rampas, falta de espacios para la socialización y situaciones de soledad no deseada".

En Rochapea se destaca la "buena conexión del barrio" y la existencia del ascensor que "facilita la accesibilidad". Como aspectos de mejora se recoge la "falta de espacios adecuados para hacer actividades, desigualdades entre diferentes zonas del barrio, cierta sensación de inseguridad y falta de impulso a la actividad comunitaria".

En Lezkairu-Santa María la Real destaca la creación de la primera Red de mayores de la ciudad, existencia de espacios al aire libre para pasear, la labor de la parroquia y el personal de Policía Comunitaria. Se echa en falta un carril bici en ciertos espacios, líneas de transporte, oferta de actividades y una figura que dinamice el barrio.

En Txantrea, los aspectos positivos son la "buena convivencia vecinal y la riqueza asociativa, la participación activa de personas mayores, y la buena conexión del transporte público". Los aspectos a mejorar son "la adecuación de ciertos espacios, la falta de baños públicos, y la estrechez y mal estado de algunas aceras".

En Iturrama destacan los avances en la identificación y reparación de puntos negros, y la creación de iniciativas comunitarias como la Red de Mayores o Atariandia. En este barrio está por mejorar el tránsito de bicis y patinetes, el mobiliario urbano para la interacción entre las personas, la "ausencia de taxis en ciertos momentos", y la accesibilidad del centro San Juan Bosco.

El barrio de Buztintxuri presenta viviendas accesibles pero acusa "escasez de espacios verdes, semáforos con tiempos cortos, falta de actividades para personas mayores, ciertos problemas de incivismo e inseguridad, y alta rotación de personal en la Unidad de Barrio".

Los aspectos más positivos del Casco Viejo son "la amplia oferta de actividades culturales, el esfuerzo por la eliminación de barreras arquitectónicas, las subvenciones para la realización de obras, y la alta participación de personas mayores". Como problema, se indica la "escasa iluminación en alqunas áreas, ausencia de un centro de día, y barreras arquitectónicas que dificultan la socialización de personas mayores con movilidad reducida".

El informe recoge en el Ensanche "amplias zonas peatonalizadas, buena conexión con el resto de la ciudad, y ambiente amable con las personas mayores, pero reclama más zonas verdes, el alto coste del servicio de taxis, la escasa sensación de comunidad del barrio, la falta de biblioteca y de plazas en actividades organizadas por la red Civivox".

En Ermitagaña, la "fuerte cohesión vecinal" es el aspecto más destacado, frente a la denuncia de "aceras estrechas y espacios que dificultan la movilidad, la falta de baños públicos y de comunicación entre vecinos".

En Etxabakoitz, lo mejor es "la capacidad de autogestión del barrio, por ejemplo, con el local de mayoresy el voluntariado informal del barrio". Como puntos de mejora, se indica "la carencia de espacios verdes mantenidos, espacios municipales infrautilizados, edificios antiguos, sensación de inseguridad y la inoperatividad del ascensor".

Los edificios antiguos también son un aspecto de mejora en Milagrosa, así como la estructura del barrio, "que dificulta la movilidad". Los puntos positivos son "mejoras significativas en aceras y pasos de cebra, el mantenimiento de espacios verdes, la buena conexión con las villavesas, buena labor del centro convive y de la Red de Mayores".

En San Jorge, se valora "la buena conexión de transporte, la labor del Centro Convive y de la asociación de jubilados, y la labor de la asociación de vecinos". Al igual que en otras zonas, se señala "la estrechez y mal estado de algunas aceras, falta de baños públicos, problemas de convivencia con las bicis y patinetes, edificios antiguos, y la ubicación del Centro Convive".

En el barrio de San Juan, los aspectos más positivos son la existencia del Pacto del Mayor, el "abanico de posibilidades de actividades puntuales y la asistencia sanitaria adecuada". Para mejorar destacan "aislamiento social, falta de espacios accesibles y diseñados para la participación de personas mayores, desigualdades económicas, y necesidad de educar y orientar en los recursos disponibles".

En Mendillorri, se valora que "no hay conflictos sociales patentes", y entre las dificultades, se indica "la propia orografía del barrio, la diferenciación entre las zonas, falta de cohesión comunitaria, aislamiento de los mayores, y grupo muy reducido asociación de jubilados".