El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha aceptado levantar la ley marcial después de que la Asamblea Nacional haya rechazado la polémica medida, decretada por él mismo con el objetivo de "erradicar a las fuerzas afines a Corea del Norte".
"He aceptado la decisión tomada por la Asamblea Nacional de disolver y levantar la ley marcial", ha subrayado en un discurso a la nación desde la residencia presidencial en el distrito de Yongsan, en Seúl, según ha recogido la agencia de noticias estatal Yonhap.
Yoon ha afirmado que las tropas desplegadas en virtud de la ley marcial han sido retiradas. La medida buscaba salvar al país de las "fuerzas antiestatales" que buscan "paralizar las funciones esenciales" del Estado y "colapsar el orden constitucional".
No obstante, el presidente surcoreano ha pedido a la Asamblea Nacional "que detenga inmediatamente las acciones" que "paralizan la función del Estado mediante juicios políticos", así como mediante "manipulación legislativa y presupuestaria".
Poco después, el gabinete ha dado 'luz verde' a levantar la medida, lo que ha sido recibido en las calles de Seúl, especialmente en los alrededores de la Asamblea Nacional, con vítores y aplausos, según los medios surcoreanos.
El líder del gubernamental Partido del Poder Popular, Han Dong Hoon, ha instado al presidente a dar explicaciones y ha pedido la dimisión del ministro de Defensa, así como una rendición de cuentas para aquellos responsables de la crisis. La formación de Yoon ha convocado una reunión de emergencia al respecto.
Por su parte, el líder parlamentario del opositor Partido Demócrata, Park Chan-dae, ha pedido la dimisión del presidente. "Queda claro para toda la nación que el presidente Yoon ya no puede gestionar los asuntos del Estado con normalidad", ha sentenciado.
Del igual forma, el líder del Partido de la Reforma, Cho Kuk, ha asegurado la ley marcial "no es más que un golpe de Estado fallido" incentivado por Yoon. "Será considerado un verdadero criminal, culpable de traición y motín", ha dicho, instando a su arresto.
Esto se produce después de que los diputados hayan votado en contra de la ley marcial en una sesión extraordinaria celebrada entre escenas de caos tanto dentro como fuera de la sede del principal órgano legislativo de Corea del Sur, poco después de que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Park An Soo, diese por anulada cualquier tipo de actividad política.
La Constitución concede al presidente la facultad de decretar la ley marcial por "necesidades militares" o para "mantener la seguridad y el orden público, pero estipula también que debe notificar dicha decisión a la Asamblea. Si el Parlamento así lo requiere por mayoría, el presidente debe dar marcha atrás, recoge el artículo 77 de la Carta Magna.
Yoon ha anunciado la ley marcial en un inesperado discurso a la nación en el que ha acusado a la oposición de simpatizar con el régimen de Corea del Norte después de que la oposición sacase adelante en el Parlamento una medida presupuestaria y presentara mociones de destitución contra varios altos cargos.