El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió hoy a Occidente de que "lamentará" cualquier provocación contra los intereses de Rusia, y adelantó que la respuesta será "asimétrica, rápida y dura".
"Lo lamentarán como hace mucho que no lo hacen", dijo Putin durante el discurso sobre el estado de la nación ante la Asamblea Federal.
Putin llamó a las potencias occidentales a no cruzar "las líneas rojas" y a no confundir "las buenas intenciones" del Kremlin con "debilidad".
"No cesan los actos inamistosos contra Rusia. Los intentos por cualquier motivo o incluso sin motivo de acusar a Rusia se han convertido entre algunos países en una especie de deporte", dijo.
El líder ruso, que dedicó casi toda su intervención a temas sociales, acusó abiertamente a Occidente de organizar un golpe de Estado en Bielorrusia, que incluía el asesinato de su líder, el autoritario Aleksandr Lukashenko.
"La práctica de organizar golpes de Estado, los planes de asesinatos políticos (...) eso ya es demasiado. Han sobrepasado todos los límites", afirmó.
Denunció que, en el marco del golpe, los organizadores se proponían desconectar el sistema energético y de comunicación de Minsk, acciones que el definió como un "ciberataque masivo".
Putin comparó los planes contra Lukashenko con el derrocamiento en 2014 en la revolución del Euromaidán del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, que él también consideró "un golpe de Estado".
Al mismo tiempo, aseguró que Moscú se comporta de manera "contenida" y "a menudo" no responde a actos "inamistosos" e incluso ejemplos de "desfachatez".
Rusia impuso la pasada semana sanciones y expulsó a diez diplomáticos de Estados Unidos, en respuesta a una medida similar impuesta por Washington, entre otras cosas, por injerencia en las elecciones presidenciales de 2020 en las que fue elegido Joe Biden.
Además, este país protagonizó un conflicto diplomático con la República Checa, que acusó a Moscú de estar implicada en la explosión de un depósito de armas en 2014 en el que murieron dos personas.
Praga expulsó a 18 diplomáticos rusos y Moscú respondió declarando "persona non grata" a veinte diplomáticos checos.
Occidente también ha llamado a Rusia a reducir su presencia militar en la frontera con Ucrania, que ha causado en las últimas semanas una escalada de tensión en el Donbás.