Osasuna se vuelve de vacío de su visita al Metropolitano tras caer por 1-0 ante el Atlético de Madrid. El conjunto colchonero se aprovechó de una jugada a balón parado para llevarse los tres puntos ante un equipo osasunista que no dio mala imagen, pero que no logró encadenar claras ocasiones de gol.
Vicente Moreno optó por las rotaciones de cara al duelo de Copa del Rey en el que Osasuna visitará al Athletic Club, lo cual hizo que el cuadro navarro saltase al Metropolitano con bastantes novedades, sobre todo en medio campo y en la punta de ataque, donde hombres como Budimir y Aimar Oroz partieron desde el banquillo. Así, comenzó mejor el cuadro local, que ya para el minuto seis logró adelantarse en el marcador por mediación de Griezmann. Sin embargo, el jugador francés se ayudó del brazo para rematar un centro al primer palo y el VAR entró a corregir dicha acción, por lo que el gol no subió al marcador.
De nuevo con el 0-0 continuó el Atlético con mayor peligro, pero en hasta dos ocasiones Sergio Herrera se vistió de héroe para con sendas paradas evitar el gol colchonero. Tras sendos avisos fue Osasuna el que poco a poco comenzó a crecer, haciéndose con el balón, pero al que le faltaba profundidad y velocidad para inquietar al equipo del Cholo. Un remate lejano de Pablo Ibáñez con el que quiso sorprender al portero y un cabezazo de Herrando tras un centro de Moi Gómez fue lo más peligroso. Con el empate sin goles se llegó al descanso.
Tras el paso por vestuarios el equipo de Pamplona siguió defendiendo, y sin hacer mal las cosas, daba la sensación de que no tenía más en ataque para inquietar a un Atlético que, en una acción a balón parado logró hacer el 1-0. Fue Julián quien remató en segunda instancia un centro pasado que engañó a los defensores rojillos. Era el minuto 54 y tocaba remar para voltear el marcador, por lo que también Vicente Moreno comenzó a introducir a los habitualmente titulares. Uno de ellos fue Aimar Oroz, que al poco de ingresar en el verde se aprovechó de un error local para llegar a la frontal y jugar con Raúl García. El navarro acabó siendo derribado y el andaluz no logró rematar en condiciones.
A pesar de subir la intensidad, la poca velocidad a la hora de mover el balón hizo que los rojillos no lograsen perforar la siempre poblada defensa del Atlético, que en los instantes finales rozó el segundo gol con un balón al palo. También cabe recalcar que Rubén García pidió penalti en un balón al interior del área, pero el contacto con el valenciano no fue lo suficiente como para que el colegiado lo penalizase. De esa manera acabó muriendo el partido, tras un juego que no terminó de convencer a la parroquia osasunista pese a que los apuros en defensa no fueron muchos, como tampoco fueron muy destacadas las acciones ofensivas de los pamploneses.