El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha asegurado este martes de madrugada que se encuentra estudiando la propuesta de alto el fuego e intercambio de rehenes presentada por Israel, aunque ha acusado a la parte israelí de "seguir obstinada" en sus posiciones.
"Aunque apreciamos los esfuerzos de los mediadores y nuestra voluntad de llegar a un acuerdo, la postura de la ocupación sigue siendo obstinada", reza un comunicado del grupo islamista compartido por la agencia de noticias palestina Maan News, afín a Hamás.
A pesar de sus críticas a la propuesta, Hamás se encuentra estudiando la propuesta "con toda la responsabilidad nacional", y ha informado de que enviará su respuesta a los mediadores una vez terminen de examinarla.
Poco antes, funcionarios estadounidenses habían expresado su "esperanza" de que el grupo palestino aceptase el acuerdo que tenían "sobre la mesa".
Tanto el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, como el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, han declarado en sus respectivas ruedas de prensa que actualmente se encuentran esperando la respuesta de Hamás.
"La situación actual es que se ha presentado una propuesta a Hamás y estamos esperando su respuesta. Como todos ustedes saben por el seguimiento que hemos hecho anteriormente, la respuesta de Hamás a una propuesta concreta, en un sentido u otro, puede tardar a menudo varios días, debido a la naturaleza de las comunicaciones con ellos", ha detallado Kirby.
Miller, por su parte, ha afirmado que este alto el fuego "sería beneficioso no solo para los rehenes, sino también para el pueblo palestino, que está sufriendo enormemente", y que Israel ha demostrado estar dispuesto a llegar a un acuerdo.
Esta propuesta ha llegado tras las últimas conversaciones indirectas con Israel, celebradas en El Cairo (Egipto) el domingo, y en la que ambas partes ya habían mostrado sus diferencias, y es que Hamás continúa insistiendo en un alto el fuego permanente, la retirada de tropas israelíes de Gaza y el derecho al retorno de los desplazados por la ofensiva, algo rechazado por las autoridades israelíes.