Hace un año por estas fechas, el embalse de Yesa lucía al 60% de su capacidad total, acusaba la escasez de lluvias y amenazaba la sequía. Una imagen que contrasta con la que presenta hoy el mismo lugar. Las precipitaciones de las últimas semanas dejan a Yesa a casi el 94%. Las reservas hídricas de la Comunidad foral gozan de buena salud, un escenario idóneo cuando se supera la mitad del año hidrológico: "Estamos en una situación excelente de reservas, nada que ver con la situación que explicábamos el año pasado", dice Teresa Cavero, responsable de explotación de la CHE en el área de Navarra. "Con está situación tan buena vamos a poder apoyar durante el verano a esa situación de sequía en la que se encuentran otras comunidades".
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Si el año pasado las medidas que se tomaron desde la Confederación Hidrográfica del Ebro estaban encaminadas a enfrentar la sequía, ahora la tarea se centra en regular el caudal tan abundante que están asumiendo los embalses navarros, y por ello se están realizando de forma continua maniobras de desembalse y laminado en Yesa, Alloz o Eugui.