BBVA Research prevé un crecimiento del PIB navarro del 1,9%

Navarra Televisión
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La Comunidad foral podría crear 8.500 empleos entre 2023 y 2024 y reducir la tasa de paro hasta el 8,3% en 2024, según el informe 'Situación Navarra 2023'.

El servicio de estudios de BBVA ha estimado que el PIB de Navarra podría registrar un crecimiento del 1,9% para 2023, cinco décimas por debajo de la media nacional, que se situará en un 2,4%. Además, estima que en 2024, y a medida que se vayan recuperando la demanda global y europea, se podría acelerar el PIB navarro hasta el 2,2%, lo que permitiría superar en cuatro décimas la media nacional.

Según el informe 'Situación Navarra 2023', presentado este martes por Miguel Cardoso, responsable de análisis económico de BBVA Research, y Carlos Gorría, director Territorial de BBVA en la zona Norte, la recuperación podría continuar el siguiente año "gracias a la mejora que se espera de los salarios de los trabajadores navarros" y al impacto que esto puede tener sobre el consumo, al "empuje" de los fondos europeos y al aumento de la población en edad de trabajar, "que se beneficia tanto de la inmigración como de un incremento en la tasa de participación de los navarros en el mercado laboral".

Además, la "progresiva aceleración" de la gestión de los Fondos Next Generation UE y de la demanda europea y global, además de la "normalización de la producción en sectores aquejados por problemas de oferta", podría permitir a Navarra una aceleración del crecimiento el próximo año.

BBVA Research prevé un crecimiento del PIB navarro del 1,9%BBVA Research prevé un crecimiento del PIB navarro del 1,9% - Foto: ARCHIVO

Si se cumplen estas previsiones, la Comunidad foral podría crear 8.500 empleos entre 2023 y 2024 y reducir la tasa de paro hasta el 8,3% en 2024. Navarra podría terminar el 2023 con un crecimiento del 1,9%, esto es 0,2 puntos porcentuales por debajo de lo que se preveía hace tres meses, si bien permitiría reducir la tasa de paro hasta el 9,4%.

La recuperación de la economía navarra que se esperaba para este año "está siendo más débil de lo anticipado hace unos meses, principalmente por la falta de empuje de la demanda externa".

Así, las exportaciones de bienes, la actividad industrial y la inversión muestran una recuperación "algo más débil" de lo que se preveía a tenor de los menores costes de la energía y la relajación de los cuellos de botella que afectaban al sector industrial en la llegada de insumos. Asimismo, y tras un 2022 "muy positivo", el turismo se muestra "menos vigoroso".

SE RECUPERA DEMANDA INTERNA ERO A MENOR RITMO QUE EN ESPAÑA

El informe del Servicio de Estudios de BBVA refleja que, a diferencia de España, en el primer semestre el consumo de los hogares en la Comunidad foral se recuperó. El gasto turístico de los navarros también creció, aunque ha ido moderándose a lo largo del año.

Por su parte, el de los extranjeros en Navarra también habría ido de más a menos, lo que habría coincidido con una desaceleración del consumo de los turistas provenientes del País Vasco y la Comunidad Valenciana.

Como con el consumo, BBVA Research advierte de un debilitamiento generalizado de la actividad durante el segundo semestre del año. Por una parte, persisten las atonías en la creación de empleo en el sector industrial. Por otra, se observa un agotamiento de indicadores relacionados con el comercio exterior, ya sea el gasto turístico, o, más relevante para la economía navarra, las exportaciones de bienes.

En particular, hasta agosto de 2023, las exportaciones se situaron un 24% por debajo del nivel prepandemia (+1% en el conjunto de España), convirtiendo a esta región en la segunda menos dinámica después de Canarias. La debilidad del sector del automóvil, cuyas ventas al exterior se sitúan todavía un 22% por debajo de las acumuladas en los primeros 8 meses de 2019, "es clave para entender esta situación".

Además de los "problemas particulares de algunos sectores", también se podría estar resintiendo la reciente contracción de la demanda europea (las exportaciones a Francia y Alemania, principales países de destino, se contraen) por el reciente repunte de los precios de la energía, la persistencia de la inflación y el aumento de los tipos de interés, que pueden reducir la demanda de bienes de inversión y de consumo duradero.

El principal soporte para el empleo en Navarra continúa siendo el sector público también en el tercer trimestre de este año, pero las manufacturas, el comercio o las actividades profesionales han dejado de contribuir positivamente al empleo.

Como consecuencia de esta distribución sectorial de la creación de empleo en la región, sólo la ciudad de Pamplona (que concentra la provisión de servicios a empresas y públicos en la comunidad) muestra un comportamiento "más favorable" que el del conjunto nacional.

LA RECUPERACIÓN CONTINUARÁ DE CARA A 2024 PERO CON "MENOR DINAMISMO"

Las previsiones de BBVA Research para 2023 apuntan a que Navarra podría crecer un 1,9%, medio punto de lo que se prevé para el conjunto del territorio nacional (2,4%). Pero se espera que la actividad en la región gane tracción a medida que se vayan ejecutando los fondos Next Generation EU (NGEU), que se recupere la demanda global y europea, y que el consumo se vea apoyado por la fortaleza del balance de hogares y familias.

Sobre este último aspecto, se estima que, para el conjunto de España, la renta disponible de los hogares aumentará en algo más de un 2% en términos reales en 2024, lo que podría explicar casi la totalidad del crecimiento que se espera del consumo privado (2,0%).

Se espera que la recuperación pueda continuar en 2024, y prevé que el crecimiento del PIB de Navarra alcance un 2,2%. En particular, los indicadores adelantados de actividad en los principales socios de la economía navarra muestran un debilitamiento: se espera que el crecimiento de la eurozona aumente un 0,5% en 2023 y un 1,1% en 2024 (frente al 0,8 y 1,3%, respectivamente, de junio pasado).

El crecimiento de la economía navarra mejorará "según se vayan reduciendo las incertidumbres actuales, entre ellas", las relacionadas con la evolución futura del precio del petróleo y del gas.

La intensidad energética de la producción de Navarra es elevada y un 33% de la energía utilizada para producir proviene de combustibles fósiles, lo que hace a la economía de la Comunidad foral "más sensible" a los precios energéticos que las de otras regiones, en particular las más orientadas a servicios.

La evolución de la inversión durante los próximos meses se verá, además, impulsada por los Fondos Next Generation EU, así como la desaparición progresiva de los cuellos de botella que facilita la recuperación de la industria en la comunidad.

LOS RETOS DE NAVARRA PARA 2024

Por el lado del mercado laboral, Navarra se acerca a la tasa de paro friccional, y el incremento en el número de vacantes no cubiertas pone de manifiesto "la existencia de tensiones" en el que podrían trasladarse a un aumento de los costes salariales o a una restricción de producción "si no se activan mecanismos que faciliten la llegada de población con el capital humano suficiente para cubrir las plazas que actualmente demandan las empresas navarras y que no pueden ser cubiertas con el capital humano existente en la región".

El segundo riesgo al que se enfrenta la economía navarra es "la necesidad de diversificar mercados, en particular los exteriores y la producción".

La "elevada dependencia" de los principales mercados europeos y en sectores como el del automóvil, "sujetos a cambios normativos y tecnológicos elevados", hace que la economía navarra, "tradicionalmente sólida y competitiva, se enfrente ahora a una mayor incertidumbre que otras comunidades".