Labiano despertaba este pasado domingo conmocionado tras la noticia del presunto homicidio de un padre de 83 años a su hijo de 54. Un suceso que enmudecía la pequeña localidad del valle de Aranguren de apenas 160 habitantes. Policía Foral continúa con la investigación que por ahora deja varias incógnitas.

Ambos convivían en una vivienda de la calle Iturria en la que mantenían una relación conflictiva desde hace años. El detenido, que además sufre una grave enfermedad, había manifestado su deseo de marcharse de la vivienda a la residencia de la Casa de la Misericordia, para hacer frente a una situación que se estaba volviendo insostenible. El fallecido por su parte era una cara habitual para la Policía, ya que contaba con varias denuncias por malos tratos y atentados contra la salud pública.

La investigación continúa abierta tras la decisión del detenido de acogerse a su derecho de no declarar por lo que habrá que esperar para esclarecer lo sucedido.