Cambio de dinámica

Juan José Lahuerta (EFE)
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Tras acumular hasta seis eliminaciones desde los 11 metros, Inglaterra le ha dado la vuelta a su 'suerte' en las tandas de penaltis para competir por todo

Alexander-Arnold ejecuta el último lanzamiento contra Suiza que permitió a los ‘pross’ colarse entre los cuatro mejores del torneo - Foto: Piroschka Van De Wouw / Reuters

Las tragedias de Inglaterra en las tandas de penalti ya son historia. Todavía hay capítulos recientes para olvidar, como el que dejó al combinado británico sin Eurocopa en la final de hace tres años. Pero ya nada es como antes, cuando llegó a acumular seis eliminaciones desde los 11 metros entre el Mundial de 1990 y la Eurocopa de 2012. La tendencia cambia poco a poco y no es casualidad. Hay un trabajo detrás.

Desde que llegó Gareth Southgate al cargo, los 'pross' se han enfrentado a cuatro tandas y han ganado tres. Perdió la más importante, la que le podría haber dado el primer título a su país desde 1966. Gianluigi Donnarumma, en Wembley, se hizo enorme y suya fue parte de culpa del trofeo que al final se llevó Italia. Pero antes, el conjunto inglés superó, gracias a su acierto desde el punto fatídico, a Colombia en octavos de Rusia 2018 y a Suiza en el partido por el tercer y cuarto puesto de la Liga de Naciones en 2019.

Y fue precisamente esta última, ahora en cuartos de Alemania 2024, su víctima. Pero, al contrario que en Wembley, Southgate no dejó nada al azar. Preparó meticulosamente la tanda ensayando los lanzamientos durante los entrenamientos, y fue él quien decidió el nombre de los tiradores. Al contrario que tres años atrás, no buscó voluntarios. En esta ocasión, el técnico sentenció que tenían que ser Cole Palmer, Jude Bellingham, Bukayo Saka, Ivan Toney y Trent Alexander-Arnold.

Fuera fantasmas

Todos siguieron un patrón semejante. No hubo ninguna precipitación. Después de cada pitido, dejaron pasar unos segundos para meditar su ejecución y asegurar su precisión. Especial mención para Saka, uno de los tres que falló ante Italia en 2021. En su cabeza seguro que aún resonaba el eco de los lamentables insultos racistas que sufrió después de su error. El del Arsenal, como el resto de sus compañeros, acertó y lució la mayor sonrisa de todos. Sin duda, dejó atrás sus fantasmas.

Toney, infalible desde los 11 metros con el Brentford, sustituyó durante la prórroga a un especialista como Kane, que no dudó en dejar su sitio a un suplente habitual. «Ya acertó conmigo cuando no estaba en el campo en la anterior tanda ante Suiza, así que a lo mejor soy un amuleto», bromeó después del choque el del Bayern. Toney, con una mirada hipnótica dirigida hacia Sommer, lanzó como siempre, sin ojear el balón.

«Simplemente hice lo que siempre hago… Dar un paso hacia delante y lanzarlo hacia la portería. Nunca miro la pelota. La gente puede pensar que es extraño, pero es mi rutina», afirmó Toney. Y el último fue Alexander-Arnold, a quien no le tembló el pulso. «Cuando Southgate me dijo que iba a tirar un penalti no me puse nervioso. Al contrario, lo disfruté».

Mensaje en un bote

Pero, para triunfar por completo, faltaba una cosa en la ecuación, una parada de Jordan Pickford, que también preparó al detalle los lanzamientos. En su caso, llevaba una 'chuleta' encima. En concreto, un papel pegado en una botella con información. Al lado de cada nombre de Suiza, aparecía el lugar donde estadísticamente solían ir sus penaltis. El estudio lo hizo el cuerpo técnico y Pickford acertó en el primero.

«Akanji, dive left» (Akanji, lánzate a la izquierda), ponía en las instrucciones. Y el meta, se lanzó a la izquierda. Fue el único que paró, pero fue suficiente. El acierto de sus compañeros también fue determinante e Inglaterra alcanzó las semifinales.