Empate a dos goles entre Osasuna y Villarreal en El Sadar tras un polémico partido, que acabó decantándose con un penalti a favor del Villarreal en el tiempo de prolongación. Antes, Budimir había puesto un 2-0 al descanso y ya en la segunda mitad los visitantes lograrían empatar.

El ariete osasunista hizo el 1-0 por medio de un certero cabezazo a centro de Rubén García, cuando el partido corría por el minuto 7 de juego. Después, nuevamente el croata convirtió una pena máxima que fue decretada por el VAR. Ese 2-0 se produjo a los 20 minutos de partido. Más adelante se señalaría un nuevo penalti a favor de los rojillos, pero en este caso el VAR corrigió al colegiado. También por parte del Villarreal se había reclamado un penalti nada más iniciarse el juego, pero en este caso no se decretó como tal.

En cuanto a lo futbolístico, más allá de las decisiones arbitrales, los de Pamplona se mostraron muy seguros, tanto en ataque como en defensa, ofreciendo un buen partido a los aficionados presentes en El Sadar. Por parte del equipo castellonense Thierno Barry fue el jugador referencia en ataque, pero siempre estuvo neutralizado por la pareja Catena - Boyomo.

Osasuna se adelanta ante el Villarreal - Foto: Jesus Diges

Ya en la segunda parte Marcelino cambió piezas en ataque, colocando a Barry en banda para generar más peligro. Así, aunque la primera ocasión tras la reanudación fue para Moncayola, el equipo amarillo inquietó mucho más a Sergio Herrera. De hecho, el meta osasunista ofreció una gran parada a disparo del Barry, llevándose la ovación de la grada.

Por momentos parecía que el partido se rompía, algo que podía beneficiar a los de Pamplona, pero no tuvieron la misma capacidad para finalizar jugada que en la primera mitad. Así, el Villarreal arriesgaba y acabó encontrando el premio del gol, anotado por Baena en el minuto 66 de partido. Dicho tanto llegó tras una buena acción por banda derecha que el atacante rival resolvió dentro del área.

Se apretaba el partido y la clave estaría en no volverse locos. Osasuna tenía que hacer un partido serio en defensa e intentar aprovechar su oportunidad, al tiempo que Vicente Moreno comenzó a dar refresco a los suyos en forma de cambios. El Villarreal trataba de empatar con rápidas internadas por banda, buscando coger a los centrales despistados, pero los de casa se mostraron muy solidarios en todo momento. Las ayudas eran contínuas y el partido no perdía emoción. Además, Osasuna tampoco renunciaba a presionar en campo rival, por lo que había alternativas en ambas porterías. Un duelo físico que podía deparar cualquier cosa, al tiempo que la afición osasunista jugaba su papel desde la grada.

Polémica, también al final

El partido llegó al tiempo de prolongación y si en el tramo inicial Osasuna había sido el beneficiado por un penalti, ahora sería el Villarreal, en este caso tras un saque de esquina. El colegiado decretó pena máxima un agarrón de Lucas Torró dentro del área, sanción que Gerard Moreno convirtió en el 2-2. Era el minuto 93 y aunque se añadió algo más, el partido acabó muriendo en un polémico reparto de puntos.