Un pollo de quebrantahuesos vuela por primera vez en Aralar

Navarra Televisión
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Según informa Gobierno de Navarra, se trata de un logro que da esperanza a esta especie, la cual se encuentra en peligro de extinción

Adulto y pollo de quebrantahuesos en la sierra de Aralar - Foto: Gobierno de Navarra

El Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente ha conseguido que un pollo de buitre quebrantahuesos vuele por primera vez en la sierra de Aralar, siendo este un logro al tratarse de una especie en serio peligro de extinción y permite dar continuidad al puente entre las cordilleras pirenaica y cantábrica. 

La sierra de Aralar ha asistido en estas últimas semanas al primer vuelo de un pollo de buitre quebrantahuesos, en un territorio donde hace cinco años se asentó una pareja de esta especie en peligro de extinción, aunque hasta ahora no había conseguido que ninguno llegara a saltar del nido. 

El quebrantahuesos es una especie que en Navarra ha venido experimentando un lento pero constante incremento, debido a las actuaciones encaminadas en su recuperación, y actualmente existen nueve territorios ocupados en la Comunidad Foral.
 
Este año solo se han puesto nidos en seis de esos territorios, y solamente en tres de ellos, Salazar, Arbaiun / Leire y Aralar, los pollos han conseguido culminar su desarrollo, saltar del nido y volar. 

Se trata, sin embargo, de un buen resultado, ya que es la mayor cifra desde hace cuatro años. Las razones para que haya tan pocas crías, es debido, entre otras razones, a las duras condiciones climatológicas de montaña, que llevan a las parejas a abandonar los nidos. 

La pareja de quebrantahuesos de Aralar había realizado varias puestas, pero solo llegó a nacer un pollo en 2022, que murió antes de saltar del nido por una infección. Sin embargo, a principios del pasado mes de julio, otro joven ejemplar consiguió volar. 
Si sobrevive, pasará unos meses con la pareja progenitora y, posteriormente, iniciará un período de dispersión en el que recorrerá buena parte del Pirineo u otros macizos montañosos.

Pasarán entre cinco y siete años hasta que alcance su madurez sexual, momento en el que buscará un territorio propio, posiblemente cerca de Aralar, donde establecerse y poder continuar la expansión de la especie hacia el oeste.

Los esfuerzos de los equipos de Medio Ambiente se centran en realizar un control de los ejemplares y su seguimiento a través de emisiones GPS, favorecer su nutrición instalando puntos de alimentación suplementaria de huesos, y su reproducción, procurando favorecer condiciones de hábitat idóneas para ello, limitando determinadas actividades deportivas, recreativas o forestales en algunas zonas.