Lluvia de golazos en El Sadar

Asier Cotelo
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3
CA Osasuna
2
Getafe CF
Finalizado
Osasuna gana al Getafe en un frenético partido que se complicó al inicio de la segunda mitad. Raúl García e Iker Muñoz pusieron el 2-0 al descanso, pero los visitantes lograron empatar después. Areso, con un gran gol, acabó rompiendo la igualdad.

Osasuna - Foto: Jesus Diges

Jagoba Arrasate presentó ante el Getafe un once titular con la novedad de Raúl García junto a Budimir en el ataque. Dos hombres en la delantera que junto a Iker Muñoz, Pablo Ibáñez y Moi Gómez en la medular le dieron mucha velocidad al juego, ayudados por Rubén Peña y Mojica en los costados. De esta manera se mantenía una defensa de tres como ha venido haciendo el equipo navarro en los últimos partidos. Esa velocidad a la hora de mover el balón y la presencia de un hombre más en ataque fue clave para superar a un rival que siempre se le presupone un equipo rocoso y difícil de superar. El equipo de Bordalás se vio completamente superado por la amplitud del juego que tenía el equipo de Jagoba, lo que hacía se viese un partido entretenido y dinámico, aunque las ocasiones de gol no fuesen demasiadas.

Osasuna atacaba muy bien los espacios a la espalda de los laterales del Getafe y la gente de segunda línea encontraba la capacidad de finalizar jugada. Así, un buen centro de Pablo Ibáñez desde la derecha lo remató Raúl García a los ocho minutos de juego. Un sutil remate del delantero osasunista que superó por abajo al portero y que significó el 1-0. Ese gol tempranero aportó una mayor confianza a los de Pamplona, que apenas encontraban peligro rival. En otra nueva llegada, a los 30 minutos de partido, Iker Muñoz recibía un balón de banda y desde la frontal se sacaba un potente remate que entró a gol por toda la escuadra. Imparable el disparo del canterano navarro, que colocó el 2-0 para delirio de la afición pamplonesa.

Tras el 2-0 estiró líneas el Getafe, aunque no tenía capacidad de superar la poblada defensa rojilla. Tan solo un remate de Greenwood en el 42 de partido significó la única llegada peligrosa del conjunto madrileño. De esa manera terminó el primer tiempo.

Lluvia de golazos en El SadarLluvia de golazos en El Sadar - Foto: Jesus Diges

Al paso por vestuarios en un abrir y cerrar de ojos cambió por completo el partido. Dos goles prácticamente consecutivos le dieron al Getafe el empate. El primero de ellos se produjo en el minuto 63, cuando Borja Mayoral salió vencedor en un centro lateral al primer palo que se convirtió en el 2-1. Previamente Osasuna había reclamado falta. Tras el gol Arrasate quitó del verde a Moi Gómez y Pablo Ibáñez para dar entrada a Aimar Oroz y a Darko Brasanac. El técnico rojillo quería recuperar la posesión del balón y evitar que el Getafe se fuese al ataque, pero sin tiempo de reacción llegó el 2-2. En el minuto 67 Maksimovic cabeceó al fondo de la red un certero saque de esquina que hizo imposible la estirada de Herrera.

Con el empate se abría un partido completamente distinto al visto hasta ese momento. De hecho, Sergio Herrera salvó los muebles al ganar un mano a mano tras un grave error de Rubén Peña y Juan Cruz, que no lograron despejar un balón aparentemente sencillo a la espalda de la defensa. Por momentos el partido parecía volverse loco, pero los cambios de Arrasate ayudaron a tranquilizarlo. El técnico rojillo daba entrada a José Arnaiz por Raúl García y a Jesús Areso por Rubén Peña. Y precisamente fue Jesús, el de Cascante, quien logró el 3-2 por medio de un auténtico golazo en el minuto 79. De nuevo Osasuna había recuperado la posesión del balón, aunque el Getafe se mostraba muy peligroso al contragolpe. Así, en un balón peleado por el cascantino en la banda derecha, el navarro acabó sacando un centro chut al área que sorprendió a Soria y acabó en gol. Un 3-2 celebrado por todo lo alto en El Sadar, que veía el primer gol del navarro en la máxima categoría del fútbol español.

De ahí al final, incluidos los siete minutos de prolongación, navarros y madrileños ofrecieron un partido de poder a poder. Los dos equipos jugaban con gran intensidad. Unos para mantener la victoria y otros para recuperar un punto que por momentos lo vieron en su bolsillo. Por suerte para los de casa el partido no dio más sobresaltos y los tres puntos se quedaron en El Sadar.

Victoria muy importante para los rojillos que vuelven a ganar tras la eliminación de Copa del Rey. Además, ante un rival siempre complicado de jugar al fútbol. Se trata de la tercera victoria consecutiva en Pamplona.

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