Una ruta por la confluencia de los ríos Júcar y Cabriel

V.M.
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La comarca de La Manchuela está enclavada en un punto privilegiado de la región y recorrer sus viñedos y bodegas permite descubrir los tesoros que esconden sus municipios

La Ruta del Vino La Manchuela se constituyó en 2017 y discurre por un entorno natural privilegiado, en plena confluencia del río Júcar y su afluente, el Cabriel, un entorno que goza de un especial microclima y de condiciones meteorológicas que garantizan vinos singulares partiendo de variedades específicas. 

Situada entre las provincias de Albacete y Cuenca, la comarca de La Manchuela suena cada vez con más fuerza en el ámbito de la enología española y contribuye a dar vida y propiciar en buena medida el desarrollo de una zona en franco riesgo de despoblación.

La historia aporta evidencias vitivinícolas en la zona desde hace más de 2.400 años, habiéndose transmitido el saber hacer de generación a generación, todo ello ha dado lugar a una preciada cultura vinícola, donde el elevado número de horas de sol, la escasa humedad y el viento solano favorecen un carácter propio en sus vinos, sacando el máximo provecho de sus uvas autóctonas (la Bobal es su máximo emblema), pero ese itinerario por viñedos y bodegas permite descubrir los tesoros de municipios enclavados en plena naturaleza, tal y como destaca Pablo Sánchez Zafra, gerente de la Ruta del Vino La Manchuela.

Vista de un viñedo en La Manchuela, con su máximo emblema, la variedad Bobal.Vista de un viñedo en La Manchuela, con su máximo emblema, la variedad Bobal. - Foto: M.W.Sánchez hacía hincapié en esa rica biodiversidad y recuerda que el cañón del río Júcar a su paso por la provincia de Albacete resulta totalmente espectacular, mientras que el Cabriel discurre por el Norte dibujando un amplio valle fluvial declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, con un sello especial que combina el encanto de la llanura manchega y lo agreste de la Serranía de Cuenca, el colorido natural de la Manchuela corresponde a la vegetación y, en especial, los típicos cultivos de almendros, cereales, o viñedos.

Un rico patrimonio

Además de resaltar los atributos vitivinícolas de la comarca, eje vertebrador de la Ruta, el principal objetivo de la misma es difundir los atractivos históricos y culturales de la zona, desde la importante arquitectura religiosa de sus pueblos, al sistema defensivo de castillos, palacios y arquitectura defensiva que jalonan la zona y son vestigio de la etapa medieval y de la indefinida frontera entre los reinos cristianos y los dominios musulmanes. 

El gerente de la Ruta del Vino La Manchuela desvela que a día de hoy están adheridos a ella 37 municipios, «pero nuestro afán es incorporarlos a todos, para irradiar mayor riqueza en toda la comarca, situarla en el mapa y darla a conocer en comunidades próximas, sobre todo en Madrid y Valencia». 

En cuanto a sus particularidades, Sánchez subraya que «somos la única Ruta en España que incorpora al vino el mundo de los hongos, el fungiturismo» y cita algunos de los tesoros incluidos en este itinerario, con pueblos dignos de descubrir, es el caso de la que discurre por Alcalá del Júcar, población enclavada junto a un promontorio del Júcar, con muchas viviendas excavadas en la roca, un sinuoso trazado urbano y el bello castillo del siglo XII, y la próxima Jorquera, con sus restos de murallas almohades y su iglesia de la Asunción, ambos declarados Bien de Interés Cultural.

Complejo enológico Bodegas Don Florentino, en Casas de Juan Núñez.Complejo enológico Bodegas Don Florentino, en Casas de Juan Núñez. - Foto: R. SerralléA poco kilómetros de Jorquera una opción para disfrutar de una buena cata son las bodegas localizadas en Casas de Juan Núñez,  sin duda que  Don Florentino se ha asentado como un centro enológico de referencia en la zona.

Casas Ibáñez,  cabeza de comarca y una de las poblaciones de más importancia histórica, por ser eje de la misma,  cuenta son su iglesia barroca de San Juan Bautista, parajes como La Terrera o una restauración que atesora una estrella Michelín, además de reunir el mayor número de bodegas de la zona.

Otras localidades de impronta medieval en su trazado permiten apreciar vestigios del paso de distintas culturas, a lo que se suma un enclave privilegiado, es el caso de Carcelén, con su rehabilitado castillo, levantado en el siglo XV, su iglesia neoclásica de San Andrés y donde se celebra la peculiar fiesta de los montones en verano, una carrera aantorchas nocturnas. 

Alcalá del Júcar es uno de los principales atractivos turísticos de la comarca. Alcalá del Júcar es uno de los principales atractivos turísticos de la comarca. - Foto: A. P.Ya en la provincia de Cuenca la pintoresca villa de Alarcón se sitúa en una estrecha hoz del Júcar, donde iberos y romanos se asentaron, cuyo  posterior desarrollo tuvo lugar con la conquista de los musulmanes, que construyeron su castillo en el siglo VIII. Una visita obligada es el Centro de Arte Pintura Mural de Jesús Mateo, localizado en la iglesia de San Juan Bautista. 

Al sureste de Alarcón, se encuentra Iniesta,  con su peculiar Plaza Mayor donde se encuentra el Ayuntamiento adosado a lo que queda de la antigua muralla árabe y al torreón del siglo XI, además de su singular plaza de toros excavada en la parte alta del pueblo. 

En Villanueva de la Jara, una gran desconocida, el visitante puede admirar su basílica de Nuestra Señora de la Asunción, construida sobre un castillo del siglo XVI, con mezcla de estilos gótico, renacentista y barroco, además de su Consistorio renacentista o la casa-palacio modernista Villa Enriqueta.

Vista de Alarcón, con su castillo de origen árabe en primer término. Vista de Alarcón, con su castillo de origen árabe en primer término. - Foto: JCCMFinalmente, Sánchez advierte que como la oferta es realmente amplia el visitante tiene opciones complementarias, como la aplicación 100 Senderos de La Manchuela, iniciativa de la Asociación de Turismo Rural de La Manchuela, que ofrece un centenar de rutas con más de 1.000 puntos de interés y donde se puede navegar a través de sus fiestas, tradiciones etnográficas y gastronomía.

Una amplia presencia en todos los mercados

En la comarca de La Manchuela se producen unos 2,5 millones de hectolitros de vino anualmente, lo que supone el 7,6% de Castilla-La Mancha. Juan Miguel Cebrián, secretario de la D.O. Manchuela, desvela que ésta agrupa a 37 bodegas distribuidas por un territorio que agrupa a más de 40 municipios de Albacete y Cuenca, con una superficie cultivada de 16.000 hectáreas y donde el 75% de las empresas son cooperativas. «Nuestro buque insignia es la calidad de nuestros vinos, vinos aromáticos y afrutados, con crianzas y reservas reconocidos; tenemos como peculiaridad nuestro enclave, con noches frescas y viento solano que aporta frescura a la planta y una adecuada evolución durante el verano», asegura.

Cebrián destaca que la comercialización de los vinos de la D.O. cubre todos los mercados, tanto nacional como internacional, no obstante la mayor parte de la producción se destina a Asia, Europa y Norteamérica, concretamente a países como China, Japón o EEUU. 

Finalmente, alude a la delicada situación que vive el sector a nivel general, «algo que amenaza la ruina de las explotaciones y el abandono de viñedos, porque los precios no cubren los costes de producción y no se está cumpliendo la cadena alimentaria».