Rueda de prensa al completo
Jagoba Arrasate dejará de entrenar a Osasuna al final de la presente temporada tras decidir no continuar en la entidad navarra después de seis años al frente, en los que ha conseguido devolver la estabilidad deportiva y social al cuadro navarro.
"He tomado la decisión de no renovar con Osasuna. Es una decisión complicada, como podéis imaginar, estoy tranquilo y en paz conmigo mismo. No es una despedida, estamos inmersos en una competición en la que quedan nueve partidos y eso ya llegará, ha indicado entre lágrimas el preparador vasco.
La decisión, una de las más trascendentes de la historia rojilla, se ha desvelado este martes por la tarde en una rueda de prensa celebrada en El Sadar, en la que el técnico vasco ha estado acompañado del presidente Luis Sabalza y del director deportivo Braulio Vázquez.
Arrasate ha afirmado no tener "el convencimiento de antes. Si no estoy convencido del todo es difícil que sea feliz. Si no soy feliz es difícil que saque lo mejor de mí. Creo que ha llegado el momento. Son horas complicadas", ha reconocido.
Varias son las circunstancias: "Una decepción muy complicada al inicio de temporada, hemos tenido que cambiar de plan de dibujo, de esquema. Tengo la prioridad y estoy obsesionado de terminar bien con Osasuna. Tengo que ser honesto conmigo mismo y con el club".
Llegó en el verano de 2018 procedente del Numancia. Cuajó una enorme temporada en Segunda División, finalizando la misma con un histórico ascenso.
Con cuatro permanencias consecutivas en la máxima categoría se erigió como el capitán del barco y el indiscutible líder del proyecto.
De su etapa, Arrasate ha comentado: "Son seis años donde nos hemos hecho mejor el uno al otro. Hace seis años todos estamos peor. Yo entrenaba en Segunda y Braulio era director deportivo en Segunda. Después de seis años estamos en una disposición mejor".
El curso pasado, el equipo alcanzó su mejor versión con la final de Copa del Rey disputada en Sevilla ante el Real Madrid y la clasificación a Europa 16 años, la cual quedó en nada tras la eliminación en la fase previa contra el Brujas. El último gran hito fue la Supercopa de España en Riad, competición disputada el pasado mes de enero.
De la decisión alcanzada en los últimos días ha explicado que "no han sido días fáciles. Desde que el club me ofrece seguir entró en un proceso de reflexión. Ese período se ha hecho largo. Estoy agradecido a todo el mundo y tranquilo conmigo mismo".
ADIÓS A LA ERA ARRASATE
Punto final a la trayectoria de Jagoba Arrasate en Osasuna tras seis años, 100 victorias, casi 250 partidos, una cifra que superará cuando finalice la temporada, y sobre el reconocimiento de toda una afición que le ha manifestado en infinidad de momentos su gratitud.
La llegada en verano de 2018 ilusionó a una afición tras la fallida apuesta de Diego Martínez. El inicio no fue fácil y el fútbol de Jagoba Arrasate fue cuestionado tras una dura derrota en Tarragona.
A partir de ese momento, el juego del equipo de rock and roll agradó a una afición que no tardó en bautizarlo como el fútbol pacharán. El ascenso fue una consecuencia del juego y alzar la copa de campeones de segunda suponía dejar atrás de forma definitiva una etapa oscura del osasunismo.
El equipo en su primer año del regreso a la primera división siguió enamorando con su juego y con pandemia de por medio, Osasuna firmó un curso tranquilo.
Pero no todo iba a ser un camino de rosas en un camino tan largo. La temporada 20-21 nos dejó una de las peores rachas del técnico de Berriatua al frente de Osasuna con 13 partidos sin ganar. En ese momento, Braulio salió a defenderlo públicamente.
A partir de ese instante se vivió un idilio constante entre equipo, club, afición y sobre todo entrenador. Con el público ya de regreso en los estadios no hubo un partido en que los socios rojillos dejaron de vitorear a Jagoba Arrasate.
La plasmación del éxito colectivo de esta etapa llegó la temporada pasada, con el equipo asentado en la primera división, el técnico vasco clasificó a su equipo a la final de la Copa del Rey tras 18 años.
Sevilla fue una expresión de júbilo donde 23000 aficionados se congregaron para hace historia. Allí, Arrasate visiblemente emocionado, lloró desconsolado tras perder y no poder brindar el título a la afición.
El ciclo se cerró con la clasificación a Europa, 16 años después al conseguir la séptima plaza en la última jornada de liga. La eliminatoria de Brujas en Conference y la participación de la Supercopa en Arabia fueron los últimos versos que compuso Arrasate para su Osasuna coral y evolucionado respecto a sus inicios.
Se marcha una persona integrada en la ciudad, que se empapó de la idiosincrasia de la sociedad navarra y con la que a través de su máximo exponente deportivo le condujo hacia éxitos impensables hace una década, pero deja un legado de un valor incalculable para todo el osasunismo.